Al Qaeda y el Estado Islámico se enfrentan en Mali
EFE
Los dos grupos yihadistas rivales Al Qaeda y el Estado Islámico (EI) libran estos días duros enfrentamientos en el norte de Mali para ganar terreno antes de la retirada de los cascos azules de la ONU del país en los próximos seis meses y en medio de la división entre los movimientos políticos y militares norteños.
Según tres fuentes oficiales y asociativas en el norte de Mali, el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GAIM, filial de Al Qaeda) lanzó el pasado domingo una ofensiva contra las posiciones del EI a lo largo de la frontera entre la región norteña maliense de Gao y Níger.
Durante el ataque, GAIM arrebató amplios territorios al EI, sobre todo en el municipio de Tissit y en poblaciones ubicadas también al oeste del río Níger, como Fitili y Hourara, y se prepara para expulsarlo de las poblaciones situadas al este del río.
Según una fuente oficial en la ciudad Ménaka, que pidió el anonimato, varias caravanas armadas del EI cruzaron el valle de Ezgret, al sur de esa población, dirigiéndose a las aldeas que cayeron en los últimos días bajo el control de la filial de Al Qaeda en Tissit y zonas cercanas.
Asegura que mientras GAIM está dirigiendo su ofensiva hacia el oeste de la línea fronteriza entre Mali y Níger, el EI está enviando refuerzos a la orilla este del río Níger, a la altura de la población de Tissalatène, para intentar parar el avance del grupo rival.
Ocupar el vacío de la retirada internacional
Para el analista maliense Mohamed ag Ismail, estos choques no son algo nuevo y se deben a sus discrepancias ideológicas y la incompatibilidad de sus agendas, pero el conflicto actual refleja la intención de estos grupos de ocupar el vacío causado por la retirada de las fuerzas internacionales.
El pasado 30 de junio, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el fin de la misión de paz en Mali (Minusma, establecida en 2013 y formada por 13.000 soldados y 4.000 agentes civiles), a petición expresa de la junta militar maliense, aliada de Rusia, que gobierna el país tras dos golpes de Estado.
Además del vacío de seguridad que va a crear la retirada de la Minusma, Mali ha vivido un ascenso de los ataques terroristas tras decidir Francia y sus socios europeos en 2022 una retirada militar de ese país, donde estaban presentes con la operación antiterrorista francesa Barkhane y las fuerzas especiales europeas Takuba.
Instrumentalización étnica y socioeconómica
En general, las razones del conflicto entre los dos grupos son ideológico-religiosas, pues el EI tiene una interpretación extremadamente radical de los textos religiosos y considera a los miembros de Al Qaeda como un grupo de apóstatas.
El politólogo explica que los dos grupos instrumentalizan un trasfondo étnico y socioeconómico conflictivo en la frontera con Níger, causado por la competición entre las etnias peul y tuareg sobre los terrenos de pastoreo.
Agrega que el EI está apoyando militarmente a los peul, mientras que los tuareg gozan del apoyo de GAIM, y las dos comunidades proporcionan financiación e información a los dos grupos terroristas.
Tras la retirada de las fuerzas francesas, Daesh ocupó varias poblaciones en el sur de la región de Gao, pero en los últimos días GAIM volvió a recuperar su fuerza y lanzó esta nueva ofensiva.
El pasado 12 de mayo, el EI reconoció, por primera vez, haber tomado el control de cinco poblaciones en el municipio de Ménaka, en la región de Gao, tras seis meses de combates con Al Qaeda y los grupos nacionalistas tuareg.
Ag Ismail añade que ni las autoridades centrales ni los movimientos nacionalistas norteños pueden hacer frente a la expansión yihadista sin una reconciliación entre el Estado maliense y las organizaciones políticas y militares activas en la región norteña del Azawad.
2020, Fin de la convivencia AQ-EI
Sayyid ben Bila, dirigente en Movimiento Nacional para la Liberación del Azawd (MNLA, autoridad de facto en amplias zonas del norte de Mali), explica a EFE que los grupos terroristas todavía no han llegado a las zonas controladas por su organización.
Asimismo, asegura que la condición de su movimiento para apoyar militarmente a los otros grupos tuareg que luchan contra las organizaciones yihadistas es que se adhieran a la actual visión política de MNLA, que considera al Gobierno central como enemigo.
A pesar de las discrepancias ideológicas entre el EI y Al Qaeda y su sangriento conflicto en Siria, Yemen y Afganistán, los dos grupos mantuvieron una larga convivencia en el Sahel, que terminó en abril de 2020 con un choque armado en Mopti, en el centro de Mali.
Tras este conflicto, que se saldó con muertos y heridos, las dos organizaciones terroristas se enfrentan esporádicamente en países del Sahel, como Mali y Burkina Faso.
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