Suben a 40 los muertos y 140 los heridos tras atentado en el centro de Kabul
EFE
El número de muertos por el atentado suicida talibán hoy en el centro de Kabul se eleva ya a 40 mientras que los heridos se sitúan en 140, de acuerdo último cómputo del Ministerio de Salud afgano.
Un portavoz de ese organismo, Ismail Kawosi, indicó a Efe que los hospitales de la zona han contabilizado ya 40 muertos y 140 heridos tras el atentado frente el antiguo edificio del Ministerio del Interior en la Plaza Sadarat, en el centro de Kabul.
La explosión se produjo alrededor de las 12.50, hora local (8.20 GMT) en las proximidades del antiguo Ministerio del Interior, donde aún funcionan algunas dependencias de esta cartera, y cerca de una de las oficinas del Directorio Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia afgana.
El portavoz de la Policía de Kabul, Basir Mujahid, confirmó a Efe que «un suicida con un coche cargado de explosivos trató de penetrar en el complejo (del Ministerio), pero fue identificado por la Policía a la entrada e hizo detonar el vehículo».
Los talibanes reivindicaron el atentado en un mensaje en la red social Telegram en el que afirmaron que «un mártir mediante con coche bomba alcanzó el primer punto de control» del complejo ministerial.
El portavoz del grupo Zabihullah Mujahid aseguró que en el momento de la explosión había una gran concentración de policías en el área.
En la zona se encuentra el hospital público Jamhuriat y las oficinas de algunas organizaciones no gubernamentales así varios como mercados locales, a los que siempre concurre una gran cantidad de público.
El atentado se produce en medio de una espiral ascendente de ataques terroristas contra objetivos civiles por parte de talibanes y del Estado Islámico (EI) en los últimos días.
El pasado fin de semana más de una veintena de personas murieron en el Hotel Intercontinental de Kabul durante un asalto perpetrado por seis atacantes que mantuvieron un enfrentamiento con las tropas de seguridad durante doce horas.
El miércoles un ataque del EI contra la sede de Save the Children en Jalalabad (este) acabó con la muerte de cuatro empleados de la organización no gubernamental, un transeúnte y un miembro de las fuerzas de seguridad, así como de los cinco terroristas.
Aunque en los primeros nueve meses del año pasado el cómputo de víctimas civiles por el conflicto descendió en un 6 %, la primera vez que se producía un retroceso desde 2012, las cifras fueron de 2.640 muertos y 5.379 heridos, todavía «niveles altos», según la ONU.