Agricultores franceses bloquean las entradas a París en protesta contra Macron
Agencias
Prueba de fuerza de los agricultores contra Emmanuel Macron: los Campos Elíseos cortados a lo largo de la mañana del miércoles por campesinos en cólera, millares de tractores bloqueando varias de las entradas a París, pidiendo mejores precios y ayudas ante un sector víctima de la más profunda angustia social: un agricultor francés se suicida cada tres días.
Se confirman las previsiones más pesimistas para el presidente de la República.
Más de un millar de tractores, conducidos por agricultores de las seis regiones más próximas a París, comenzaron a bloquear a primeras horas de la mañana del miércoles varios accesos estratégicos a la capital, las entradas que conducen al Arco del Triunfo y los Campos Elíseos.
Por su parte, entre doscientos y quinientos agricultores consiguieron «colarse» en los Campos Elíseos, a media mañana, provocando atascos y el «cierre» de la gran avenida nacional, cubierta de pastos y forrajes secos. La intervención expeditiva de los CRS (Compañías Republicanas de Seguridad, anti disturbios) permitió restaurar la circulación, víctima, siempre, de los atascos provocados en las entradas del oeste de la capital.
Varias columnas de tractores intentaban bloquear otras «puertas» y entradas a París, perturbando el tráfico de manera muy llamativa.
A última hora de la mañana, varios centenares de tractores llegaron a la Avenida Foch, otro símbolo de la antigua «grandeza» nacional, tomada pacíficamente por agricultores que enarbolaban pancartas de este tipo: «No podemos aguantar más». «La agricultura francesa va de capa caída». «Macron debe comprender que no podemos aguantar más».
Los sindicatos de explotaciones agrícolas esperaban que la «batalla» de París tuviera eco en toda Francia, donde habían sido convocadas manifestaciones muy semejantes: «operaciones caracol», «toma» de alcaldías, bloqueo de rotondas.
La FNSEA (Federación Nacional de Explotaciones Agrícolas), el más poderoso delos sindicatos agrícolas franceses, pide varias cosas que considera esenciales: ser recibidos por Macron, en el Elíseo, medidas de ayuda ante la gran distribución y las importaciones que causan «daño» a los productores franceses.
Tras las reivindicaciones clásicas, una sorda y angustiosa tragedia nacional: un agricultor francés se suicida cada tres días… Se trata de un índice atroz de angustia socialque «ilumina» la inquietud de unos campesinos «inquietos» con la incierta suerte de un modelo nacional que vive «metamorfosis» imprevisibles para los más frágiles.
Información de ABC.es
