Adolescente va a una comisaría a denunciar el robo de su celular y allí le fue peor
Con información de ABC
Sucedió el mes pasado. Una joven se percató de que le habían sustraído el teléfono móvil. Por ello, decidió acudir a una comisaría, en concreto a la de Arganzuela, España, para dar cuenta de lo sucedido. Para su sorpresa, ahí, en dependencias policiales, sufrió abusos sexuales por parte del policía nacional que la atendió. Increíble pero cierto. En todas partes hay garbanzos negros y, al parecer, ella se topó con uno.
El presunto autor de los hechos fue detenido y se le abrió un expediente disciplinario tras la investigación realizada por la UFAM (Unidad de Familia y Mujer). No obstante, cuando fue puesto a disposición judicial, el magistrado no adoptó ninguna medida cautelar contra él. En consecuencia, el expediente quedó en suspenso hasta que el asunto se resuelva judicialmente, por lo que el policía sigue en activo. Así lo establece la Ley 4/2010 de 20 de mayo de Régimen Disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía. El motivo es que no puede ser sancionado dos veces por un mismo hecho. Esta norma rige también en el caso de otros colectivos profesionales como jueces, militares, etc.
Ahora, el caso está a la espera de que se celebre la vista oral para decidir el futuro del agente. A pesar de lo sorprendente que pueda parecer que siga en activo, la vía penal y la del régimen disciplinario van en paralelo.
En este sentido, cabe recordar lo ocurrido con dos condenados por la violación múltiple de La Manada en los Sanfermines de 2016. Uno de ellos es guardia civil y el otro militar. Ambos se reincorporaron al servicio el verano pasado, pero sin destino, hasta que la sentencia, que está recurrida, sea firme. «No se podía evitar el alzamiento de la suspensión de funciones», que ya «se produce de manera automática en aplicación de la Ley», dijo, por ejemplo el Ministerio de Defensa respecto del segundo.