Administrar testosterona para problemas de fertilidad no es efectivo
EFE / Foto Referencial
Administrar andrógenos -testosterona- a través de la piel de forma previa al tratamiento de estimulación ovárica en pacientes que presentan una baja respuesta no comporta una mejora significativa en los resultados reproductivos y puede provocar efectos secundarios androgénicos no deseables, como un aumento del hirsutismo o el acné.
Así lo concluye un estudio internacional, liderado por el centro Dexeus Mujer de Barcelona, que desaconseja su utilización de forma genérica como tratamiento coadyuvante en ciclos de fecundación in vitro (FIV) y en la microinyección de intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).
Los resultados de este estudio que ha evaluado la eficacia del uso de andrógenos en mujeres con problemas de fertilidad se han presentado este lunes en la 39 edición de la European Society of Human Reproduction and Embriology (ESHRE), que hasta el día 28 se celebra en Copenhague (Dinamarca).
El papel de los andrógenos en el tratamiento de mujeres infértiles ha sido ampliamente investigado en los últimos 20 años por su potencial acción beneficiosa en el desarrollo de los folículos a nivel ovárico, pero la mayor parte de los trabajos hasta ahora no eran concluyentes, pese a los cual un 25 % de los especialistas los siguen recomendando a sus pacientes.
En la investigación han participado 10 centros de cuatro países europeos (España, Suiza, Bélgica y Dinamarca), cuatro de ellos españoles: los hospitales Dexeus y Clínic de Barcelona y el 12 de octubre y el Quirón de Madrid.
Se trata del primer ensayo clínico multicéntrico y multinacional, iniciado en 2015, que aborda esta cuestión y que ya se halla en fase III, con la participación de más de 300 pacientes de reproducción a las que se indicó un tratamiento de FIV o de ICSI. (FIV-ICSI).
Los andrógenos se utilizan en el tratamiento de mujeres infértiles porque los niveles de testosterona son mucho más bajos en mujeres que en hombres y esta hormona es necesaria para ambos.
En la mujer, la producen los ovarios y las glándulas suprarrenales y se ha observado que interviene de forma directa e indirecta en el desarrollo folicular.
Además, algunos estudios iniciales apuntaban hacia un potencial efecto beneficioso de la administración de testosterona en el desarrollo de los folículos y la acción de la hormona folículoestimulante (FSH), por ello se ha utilizado en reproducción asistida en un intento por mejorar la respuesta en mujeres con baja reserva ovárica.
Pero la mayor parte de estos trabajos no han sido concluyentes debido a la falta de evidencia sólida sobre su eficacia, la limitación en cuanto al tamaño de la población estudiada, la falta de un acuerdo uniforme en cuanto a la dosis aplicable o la duración del tratamiento, han señalado los médicos de Dexeus Mujer.
Aunque todavía no se conocen bien sus efectos a largo plazo, una cuarta parte de los especialistas siguen recomendando el uso de andrógenos a algunas pacientes que ofrecen una baja respuesta a la estimulación ovárica (en concreto DHEA, un tipo de pre-andrógeno).
Ahora, investigadores de diversos países europeos, liderados por Nikolaos Polyzos, jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción y director científico de Dexeus Mujer, han elaborado un estudio sobre una amplia muestra de pacientes de reproducción que presentan una baja respuesta a los tratamientos de estimulación ovárica, con el fin de comprobar sus efectos.
En el estudio han participado 300 mujeres, de entre 18 y 43 años, de España, Bélgica, Dinamarca y Suiza.
Las pacientes se dividieron en dos grupos de forma aleatoria: a un grupo se le administró 5,5 mg de testosterona/día en forma de gel a través de la piel durante dos meses antes de iniciar el tratamiento de estimulación ovárica para llevar a cabo una FIV o un ICSI, y el otro recibió un placebo, también vía transdérmica, durante el mismo periodo.
Los resultados del estudio presentados hoy muestran que la respuesta al tratamiento de estimulación ovárica fue comparable en ambos grupos, tanto en cuanto al número de ovocitos recuperados como en el de embriones obtenidos.
Las tasas de embarazo clínico también fueron similares: 17,42 % en el grupo que recibió un placebo y 16,30 % en el grupo al que se administró el gel de testosterona.
Comparando los resultados por grupos de edad, las tasas de embarazo también fueron igualmente similares.
En cuanto a los posibles efectos secundarios androgénicos tras finalizar el tratamiento, en ningún caso se observaron efectos adversos graves que obligaran a interrumpirlo, pero sí observaron una mayor presencia de hirsutismo, que fue más grande en el grupo de pacientes que recibieron la testosterona transdérmica: un 15 % de las pacientes frente a un 7 % de las que recibieron el placebo, y acné: un 21 % de las pacientes tratadas con testosterona frente a un 15 % de las que recibieron el placebo. EFE
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