Acuerdo con «holdouts» marca debut de Macri en apertura de Congreso en Argentina
AFP
Argentina espera escuchar este martes el primer discurso del presidente Mauricio Macri en la apertura de las sesiones del Congreso, aliviado por el acuerdo preliminar con los fondos especulativos que según el gobierno evitará ajustes y promoverá el crecimiento de la alicaída tercera economía latinoamericana.
El Congreso argentino, controlado por una mayoría de oposición de distintas facciones, será clave para sellar el acuerdo anunciado el lunes en Nueva York que busca poner fin a un juicio de 15 años en Estados Unidos tras acordar con el poderoso fondo NML Capital y otros acreedores un pago de 4.653 millones de dólares en efectivo y antes del 14 de abril.
Macri, quien llegó al poder el 10 de diciembre apoyado por una alianza de centroderecha con la promesa de cambiar de raíz el modelo económico y social que implantaron sus antecesores de centroizquierda Néstor y Cristina Kirchner, necesita ahora apoyos para aprobar reformas fiscales y este acuerdo con los fondos especulativos.
En la reapertura del año legislativo, se espera que el presidente reclame dos de las condiciones del acuerdo: la derogación de las leyes de pago soberano y cerrojo, una norma que establece que si cualquier acreedor recibe una oferta mejor, todos los acreedores del país deben ser beneficiados de igual modo.
El mediador largo litigio con los holdouts, Daniel Pollack, indicó el lunes que el principio de acuerdo establece que Argentina pagará «aproximadamente 4.653 millones de dólares para saldar todos los reclamos en el distrito sur de Nueva York y el mundo entero».
«Hasta acá llegamos, ahora le toca actuar al Congreso», dijo luego el ministro de Hacienda argentino, Alfonso Prat-Gay.
El jefe de la cartera económica aseguró que este acuerdo alentará el crecimiento del país sudamericano, evitará ajustes duros y marca un paso hacia adelante en la normalización de la economía.
«Esta semana vamos a llevar un proyecto de ley que nos permita concretar estos acuerdos que hemos firmado con los distintos acreedores. Cuando tengamos la aprobación iremos a la etapa final, que es la del pago», explicó.
Las reformas para «la calle»
Tras la devaluación del peso argentino del 16 de diciembre, que ya llega casi a 38%, y una inflación disparada -que alcanzó 3,6% en enero-, se espera que Macri mencione proyectos de ley para atenuar sus efectos en los bolsillo de la ciudadanía.
Entre esas medidas, anunciaría rebajas del IVA en la canasta básica y la ampliación en la población de las asignaciones de ayuda social por hijo, un programa implementado durante el kirchnerismo que goza de enorme popularidad.
También está previsto que Macri pida apoyo legislativo para una reforma judicial con la cual contempla la creación de nuevos juzgados, la posibilidad de que la mayoría de los juicios orales los haga un solo magistrado y no un tribunal y la formación de un equipo de 10 jueces especializados en el crimen organizado, adelantó el diario La Nación.
Se prevé que el presidente insista con la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad, dos de sus promesas de campaña.
El Gobierno también busca avanzar en una reforma del sistema electoral que instrumente la boleta única electrónica y una ley de acceso a la información.
Fin de vacaciones
La apertura de sesiones del Congreso coincide con el fin de las vacaciones del verano austral, el reinicio escolar y la vuelta a las jornadas completas en los trabajos, algo que también puso presión al nuevo gobierno de Macri para apurar las reformas más duras mientras prevalecía el clima estival.
Pero el conflicto con «los fondos buitres era lo más fuerte en términos de cosas anómalas para que funcione la economía», dijo a la AFP el economista Nicolás Dujovne.
«Yo diría que dentro de la agenda de normalización estaban los buitres, las tarifas y el cepo cambiario», apuntó tras afirmar que con el acuerdo «se abren las puertas para que Argentina también empiece a construir sus estructuras (financieras) a largo plazo».
El exministro de Economía y actual diputado Axel Kicillof, blanco de las críticas junto a la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) por el nuevo gobierno, consideró que la negociación con los fondos especulativos «no fue agresiva, todo lo contrario, y esto se debe a la urgencia por arreglar a cualquier costo».
El acuerdo, que es visto como una victoria para los «buitres» lo atribuyó a una acción de «desesperación» del gobierno, escribió en el diario Página 12.
No obstante, varios analistas prevén una aprobación del acuerdo sin contratiempos porque el déficit presupuestario tiene con la soga al cuello a este país de 40 millones de personas.