ACTO MAQUIAVÉLICO | Planificó muerte de sus padres porque la tenían obstinada
Redacción 800 Noticias
Gran consternación y repudió causaron en la colectividad aragüeña sobre la muerte de dos profesores, cuyo hecho de sangre ocurrió a eso de las 5:00 de la tarde del sábado en el interior de una quinta ubicada en la calle Diego de Lozada, en la urbanización Andrés Bello, Maracay.
La comisario general Mercy Bracho, directora regional del Cicpc, acompañada del jefe de la División de Homicidios, comisario Yemar Arreaza, anunció a los medios de comunicación que el doble homicidio había sido resuelto en un lapso de 48 horas aproximadamente.
Dijo que el móvil se orientó hacia el robo de los objetos personales de los esposos Omar Alberto Hernández Sabatino (72), docente jubilado de la Facultad de Agronomía del núcleo de la UCV Maracay y Addays Virginia Hernández Hernández, de 67 años, profesora de Colegio La Consolación.
De la relación procrearon tres hijos, todos ellos profesionales universitarios, reseñó el periódico El Siglo.
Las investigaciones condujeron al paradero de su hija Ana Virginia Hernández Hernández, de 38 años de edad, madre de la menor de 11 años que se encuentra recluida en estado crítico en el Hospital Central de Maracay. La sospechosa es técnico medio en Administración.
La ciudadana figura como la autora intelectual de la muerte de sus padres. Ella, en un centro comercial del perímetro de la ciudad, planificó la desaparición física de los educadores “porque la tenían obstinada”. Sus padres la orientaban y reprendían debido a su conducta.
En ese “acto maquiavélico”, asimismo, estuvo presente su compañero sentimental Víctor Ángel Brito Bolívar (45) y en la escena del crimen participaron además Arturo José Candiales Escobar, de 27 años y su mujer Yusmary Alejandra del Valle Méndez Rodríguez, de 32 años.
Ana Virginia, el día de los hechos, manifestó a sus seres queridos que se trasladaría a un sitio de la ciudad a hacer unas diligencias personales. Sin embargo, se dirigió a buscar a los homicidas.
Los llevó en un vehículo hasta su residencia. Luego encerró a sus padres y la niña en una habitación, mientras montaban en una camioneta Ford Explorer, de color vinotinto, dos televisores plasmas, un equipo de sonido, una laptop, una canaimita, relojes, maletas y celulares.
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