ACNUR denuncia que 2.000 migrantes ha muerto este año en el Mediterráneo
EFE
Los migrantes y refugiados muertos en el Mediterráneo ascienden a 2.000 en lo que va de año, tras la muerte de 17 personas que se dirigían a España en dos pateras, indicó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
«Durante muchos años el Mediterráneo ha sido la ruta marítima con mayor mortalidad para refugiados y migrantes en el mundo, y esto no lo podemos aceptar», dijo hoy en una rueda de prensa en la ONU el portavoz de ese organismo, Charlie Yaxley.
Un total de 150.000 solicitantes de asilo y migrantes han conseguido llegar a Europa desde que empezó el año, lo que indica que el nivel actual es similar a los registrados antes de 2014, cuando comenzó la gran crisis de refugiados en Europa.
La ACNUR indicó que las muertes revelan que la tasa de mortalidad ha aumentado fuertemente, particularmente en el Mediterráneo central (entre la costa del norte de África e Italia), donde se han registrado la mitad de los fallecimientos.
«En septiembre, uno de cada ocho migrantes que cruzaban murió, lo que se debe en gran parte a la reducción en las operaciones de búsqueda y rescate», explicó Yaxley.
Algunas organizaciones no gubernamentales con fines humanitarios han debido interrumpir esas operaciones por restricciones logísticas y legales, por lo que las tareas de búsqueda y rescate de víctimas de naufragios han disminuido de forma importante.
«Si las operaciones de rescate de las ONG se detienen completamente, estamos ante el riesgo de volver a la misma peligrosa situación que vimos en Italia después de que la operación naval Mare Nostrum terminó en 2015 y cientos de personas murieron en un solo incidente cerca de la costa de Lampedusa», comentó el portavoz.
La Guardia Costera libia ha asumido la coordinación de la búsqueda y rescate, pero la extensión del área marítima a vigilar (unos 160 kilómetros) implica que se requiere apoyo.
La ACNUR pidió que se permita a todo aquel que quiera contribuir que lo haga y recordó que todas las persona que son rescatadas en aguas internacionales, es decir más allá de las 12 millas náuticas de aguas territoriales libias, no deben ser devueltas a Libia, donde impera la inseguridad.