Ácido mandélico: todo lo que debes saber del activo exfoliante
Agencias
El ácido mandélico es un derivado de las almendras amargas y puede hacer más por tu piel de lo que piensas. Si hasta ahora solo escuchabas hablar de la vitamina C o el retinol, ha llegado el momento de saber qué puede hacer por tu piel este activo exfoliante.
Lo sabemos, la lista de ingredientes para incluir en la rutina de belleza no para de crecer. Y es que, si hasta ahora habíamos oído maravillas del ácido hialurónico, el ácido salicílico o el ácido glicólico ahora es el ácido mandélico el elegido por los expertos en belleza. Pero, ¿cuál es la diferencia con el resto de ácidos y qué puede hacer por nuestra piel?
El ácido mandélico es un alfahidroxiácido (de la familia de los AHA, como apuntan siempre los expertos en dermocosmética) por lo tanto se trata de un activo exfoliante. Proviene de las almendras amargas y tiene una estructura molecular mayor que la de otros ácidos, por eso, no penetra tanto y se absorbe más lentamente. De ahí que esté especialmente indicado si tienes la piel sensible o rosácea.
BENEFICIOS DEL ÁCIDO MANDÉLICO
Las propiedades del ácido mandélico son variadas y por eso las marcas han creado productos cosméticos con este activo como protagonista. En primer lugar, se trata de un bactericida, por lo que combate las bacterias que provocan puntos negros y granitos en la piel.
Gracias a sus propiedades exfoliantes y humectantes, el ácido mandélico tiene un alto poder antiedad. Favorece la renovación celular y estimula la síntesis de colágeno, por lo que la piel se ve más jugosa y con menos arrugas.
También se trata de un activo ideal para tratar las manchas de la piel porque tiene efecto blanqueante y las marcas de acné. Y, como cualquier otro ácido, mejora la textura.
¿CÓMO USAR EL ÁCIDO MANDÉLICO?
Como cualquier otro cosmético, el ácido mandélico no reacciona igual en todas las pieles y que sea menos irritante que el ácido glicólico no quiere decir que no pueda irritar. Así que los expertos aconsejan ir poco a poco aplicándolo un par de noches a la semana para que la piel se vaya acostumbrando. Siendo un ácido es normal sentir picor o enrojecimiento tras las primeras veces. Eso sí, utiliza una buena crema hidratante después.
Es aconsejable usarlo como parte de la rutina de belleza nocturna, después de la limpieza y antes de aplicar la crema hidratante. Para lograr su completa absorción se deben aplicar pequeñas cantidades y presionar suavemente sobre la piel.
Por TELVA