Abrams ratifica apoyo a Guaidó entre críticas y protestas por su pasado
EFE
El enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliot Abrams, ratificó este miércoles el apoyo de Washington al líder del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, en una comparecencia legislativa sazonada por críticas de congresistas y protestas de activistas sobre su pasado en Centroamérica.
El enviado del presidente de EEUU, Donald Trump, habló ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes en una audiencia denominada «Venezuela en la encrucijada», la primera que se celebra sobre la situación en ese país tras el reconocimiento de Guaidó.
Los gritos de activistas de Codepink, que denunciaban un golpe de Estado y una posible intervención militar en Venezuela y luego apuntaron a la actuación de Abrams durante los años 80 en países como Nicaragua y El Salvador, lograron cortar por momentos el comienzo de la sesión, en la que los congresistas también soltaron una batería de preguntas sobre la trayectoria del funcionario.
Abrams fue secretario de Estado adjunto durante la Presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) y en 1991 se declaró culpable de dos cargos menos graves por ocultar información al Congreso sobre el escándalo Irán-Contra.
Ese caso consistió en la financiación de Washington a los rebeldes antisandinistas de Nicaragua («contras») a través de la venta de armas a Irán, burlando una prohibición del Congreso, para derrocar al Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y, al tiempo, lograr la liberación de rehenes estadounidenses en manos de extremistas islámicos vinculados a Teherán.
«Para aquellos que aún apoyan el régimen (de Nicolás Maduro) tenemos un solo mensaje: se les ha acabado el tiempo y una nueva Venezuela libre y próspera va a surgir», sentenció Abrams.
El funcionario anunció igualmente que Estados Unidos ha impuesto restricciones y revocado las visas a los integrantes del «ilegítimo» Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, una medida similar a la que dio a conocer la semana pasada contra la Asamblea Nacional Constituyente, afín a Maduro.
«Tenemos confianza en que el pueblo venezolano tendrá éxito en su búsqueda de libertad», continuó el funcionario, quien pronosticó que cuando los venezolanos «logren esta tarea monumental demostrarán a los dictadores» que «la voluntad del pueblo por la libertad prevalece sobre aquellos que tratan de reprimirla».
Abrams anticipó igualmente que en las «próximas semanas y meses» seguirán ejerciendo presión sobre Maduro y su círculo.
Uno de los momentos más álgidos de la sesión la protagonizó la congresista demócrata Ilhan Omar, quien en su intervención se refirió al caso Irán-Contra y a afirmaciones de Abrams sobre la masacre en El Mozote, en la que soldados salvadoreños ejecutaron en 1981, en plena guerra civil, a cerca de 1.000 campesinos.
Omar le pidió a Abrams que garantice que no habrá ninguna violación a los derechos humanos, a lo que este respondió que la política estadounidense es de apoyo a los esfuerzos del pueblo venezolano por restaurar la democracia.
En otro momento, Abrams advirtió que Cuba está enviando fuerzas especiales a Venezuela y deslizó que desconocen si Maduro no confía en su propia gente.
Para el enviado especial, una elección «libre y democrática» en Venezuela enviará la presencia de Cuba «de vuelta a casa».
Ya desde el comienzo de la sesión, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, Eliot Engel, marcó distancia de una posible solución militar para Venezuela.
«Una intervención militar estadounidense no es una opción», subrayó Engel, quien expresó su preocupación frente a los comentarios del presidente Trump en los que no ha desechado esa vía.
Por su parte, el administrador auxiliar interino de la Oficina para América Latina y el Caribe de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), Steve Olive, advirtió que la situación en Venezuela «se está deteriorando a diario»
Olive subrayó el interés de EEUU de que la ayuda se entregue «de manera segura y eficiente», e indicó que evalúan las alternativas para movilizarla, e incluso no descartó la vía aérea.
La subsecretaria adjunta de la Oficina de Recursos Energéticos del Departamento de Estado, Sandra Oudkirk, defendió las sanciones impuestas a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y consideró «poco probable» que ocasionen alguna alteración en los mercados.