Abogada argentina de 60 años compite por la corona de Miss Universo
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Lo logró a los 60, no podría haberlo hecho a los 59: Alejandra Marisa Rodríguez sorprendió a los argentinos al ganar, ya iniciada la séptima década de vida, la selección de la provincia de Buenos Aires para luchar por ser la representante al concurso de Miss Universo.
Rodríguez, de 60 años (sí, 60), se benefició de dos cosas: su belleza natural, blindada al paso del tiempo, y el cambio del reglamento en el concurso local de Miss Universo. Hasta 2023, sólo podían participar mujeres de entre 18 y 28 años. Un año antes se había permitido la participación de mujeres embarazadas, casadas, con hijos y divorciadas en el certamen.
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El 25 de mayo, día en el que se definirá la ganadora de Miss Universo Argentina, Rodríguez competirá con mujeres de 18 a 40 años. Si gana, buscará ser elegida la más bella del mundo en el concurso mundial a mediados de año en México.
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Abogada y periodista, la aspirante a Miss Universo explicó a la televisión argentina cuáles son sus «secretos» para aparentar muchos años menos de los que tiene.
«Yo creo que lo básico es tener una vida sana, alimentarse bien, hacer actividad física, los cuidados normales; nada demasiado extraordinario, y un poco de genética. Yo lo que trato de hacer en general es el ayuno intermitente, que es estar un lapso de tiempo sin ingerir alimentos, creo que eso ayuda bastante. Intento comer comida orgánica, usar buenas cremas, este tipo de cuestiones», aseguró.
¿Y el cambio de reglamento? Rodríguez se siente un estandarte generacional.
«Estoy muy feliz de estar representando este nuevo paradigma en los certámenes de belleza, porque estamos inaugurando una nueva etapa en la cual la mujer no es solo la belleza física, sino otro conjunto de valores. Soy la primera en esta generación que arranca con esto».
La selección bonaerense para Miss Universo asombró más allá de la victoria de Rodríguez, porque el podio fue completado por Candela Quiroga, de 24 años, e Iris Aliotto, de 73, segunda en el concurso.
Rodríguez confesó a Clarín su asombro. «Nunca pensé que podría dedicarme al modelaje. Llegué a este certamen porque me lo propuso una amiga y no puedo creer el impacto que provocó. Estoy asombrada y desbordada».
«Seguro hay un componente genético. Mi mamá fue siempre una mujer muy bella», añadió la concursante, que trabaja hace 30 años en el área legal de un hospital y tiene una certeza: le gusta mucho más el día que la noche.
«Ahora quiero enfocarme en el concurso nacional que se realizará el 25 de Mayo en un hotel de Buenos Aires. Me entusiasmé y me gustó. Aprendí cosas en este proceso que jamás hubiera imaginado. Soy la mayor de tres hermanos y de joven cumplí con el mandato familiar que era estudiar, hacer una carrera universitaria, tener un título. Pero esto me deslumbró».
«Las redes, el teléfono y en mi entorno está todo estallado. No lo puedo creer», añadió Rodríguez, que no está casada ni en pareja.
Diego Bernardini, médico con especialización en gerontología, marcó lo positivo de la elección de Rodríguez: «Nos está mostrando que las personas se están animando a hacer cuestiones que antes supuestamente estaban encasilladas en una determinada edad. Se está viendo a personas en la mediana edad y en la edad madura que no sólo quieren ser partícipes, sino que además quieren ser protagonistas y, al mismo tiempo, nos está obligando a entender que una sociedad que cada vez va a tener más cantidad de personas mayores no va a ser la misma que hace 30 ó 40 años».
Feliz con el revuelo generado, Rodríguez dedicará las próximas semanas a cursos de oratoria, pasarela y ceremonial para buscar el salto al concurso mundial.
Y, si no ganara, siempre le quedará el periodismo y el deseo de vivir fuera de Argentina, según se ve en su perfil laboral: «Me interesa especialmente el periodismo relativo al turismo y exploración o lanzamiento de nuevos destinos turísticos y emprendimientos en Latinoamérica y el Caribe. Tengo disponibilidad para viajar y radicarme en países de esa región».