El «A por él» o «A por ellos» de Biden desconcierta a EEUU
EFE
¿A por él o a por ellos? Es la cuestión este martes en Estados Unidos tras el discurso del estado de la Unión del presidente Joe Biden, o más bien a quién se refería, cuando acabó con esta frase fuera de guion.
Tras el tradicional «Que Dios proteja a nuestros militares», Biden proclamó un «A por él» o «A por ellos» (depende del oyente ya que pronunciado en inglés apenas hay diferencias «Go get him» o «Go get ‘em») acompañado del contundente gesto del puño cerrado.
Los invitados al Congreso aplaudieron con formalidad.
No obstante, segundos después, el desconcierto se desbordó.
¿A quién se refería? ¿Al presidente ruso, Vladímir Putin, a quien criticó duramente durante el discurso? ¿Al virus de la covid-19? ¿A los rusos, en general? ¿Fue uno de los habituales lapsus de Biden?
La Casa Blanca envía a los periodistas el texto íntegro y revisado del discurso que pronuncian los mandatarios en tan solemne evento. Todo el mundo volvió al documento oficial para confirmar sus palabras, y en efecto, ni rastro del misterioso final de Biden.
Aunque en ocasiones los mandatarios se salen ligeramente de lo previsto, lo suelen hacen para remarcar un argumento, no para provocar la perplejidad entre los espectadores.
Consecuencia: las redes sociales en llamas y la frase incógnita convertida de inmediato en viral, con comentarios para todos los gustos.
Algunos reconocían que serían incapaces de conciliar el sueño sin conocer la respuesta, otros bromeaban con que la frase era una metáfora del primer año de Biden en la Casa Blanca.
CIERVOS CON CHALECOS ANTIBALAS
No fue la única improvisación de Biden, quien también se salió del guion para mofarse, esta vez con precisión, de la defensa a ultranza del derecho a portar armas automáticas de los republicanos.
«¿Creen que los ciervos llevan chalecos antibalas?», señaló el mandatario con una media sonrisa.
Lo que sí que fue un gazapo fue cuando mencionó «el pueblo iraní», cuando quería aludir al «pueblo ucraniano»
«Putin puede rodear Kiev con tanques, pero nunca ganará los corazones y las almas del pueblo iraní», advirtió Biden.
El presidente no fue el único protagonista de las anécdotas de la noche.
A lo largo del discurso pudo verse al senador demócrata Chuck Schumer levantándose a destiempo y aplaudiendo en soledad en medio de los abucheos de la oposición republicana y a la jueza conservadora del Tribunal Supremo Amy Coney Barrett respondiendo con forzado hieratismo a la defensa del derecho del aborto de Biden.
También se escucharon gritos, aunque minoritarios, a favor del muro fronterizo del expresidente Donald Trump (2017-2021); y una inusual autocrítica al capitalismo desde el seno de la gran economía capitalista mundial.
«Soy un capitalista, pero el capitalismo sin competencia no es capitalismo. Es explotación», dijo Biden.
Sin embargo, todo eso quedó en segundo plano.
Al término del discurso de exactamente una hora, un minuto y veinte segundos y en el que fue interrumpido 91 veces, según el historiador oficioso de la Casa Blanca, el periodista Mark Knoller, el misterio sigue vigente entre los estadounidenses.
«A por él» o «A por ellos» es lo de menos. ¿Pero alguien sabe a quién se dirigiría concretamente Biden?