75 penas de muerte y cientos de cárcel en Egipto, entre ellas a un fotógrafo
EFE
La justicia egipcia dio carpetazo este sábado a la macrocausa por la masacre de la plaza Rabaa al Adauiya en agosto de 2013 con la confirmación de la condena a muerte a 75 islamistas, y cientos de sentenciados a prisión, uno de ellos el fotoperiodista Mahmud Abdelshakur abu Zeid, conocido como «Shawkan».
Casi un mes y medio después de dictar 75 condenas a muerte en la primera parte de su sentencia, el Tribunal Penal del Sur de El Cairo completó este sábado su veredicto con la confirmación de aquel fallo y 659 sentencias de cárcel más, 47 de ellas a cadena perpetua, por el violento desalojo policial de 2013.
Salvo cinco que han muerto durante el desarrollo del juicio, todos los acusados, islamistas en su mayor parte, han sido condenados por aquel desalojo policial en el que murieron entre 600 y 800 personas, dependiendo de la fuente.
Ni un solo oficial de las fuerzas de seguridad ha sido juzgado por aquellos incidentes.
La entrada del Instituto de Policía en la prisión de Tora, donde se celebraba el juicio, presentaba hoy fuertes medidas de seguridad, vallas de metal a la entrada y un fuerte dispositivo policial dentro y fuera de la sala.
Dina Gamal, hermana de Mohamed Gamal, uno de los 215 condenados a cinco años de prisión, estaba entre el público.
«Alguien me dijo que fue condenado a cinco años, alguien escuchó su nombre entre la lista, ojalá sea verdad; como él ya ha estado cinco años, supuestamente espero que salga ya», declaró a Efe.
«No me lo puedo creer ¡Gracias a Dios! Es la mejor noticia de mi vida, llevamos esperando esta noticia desde hace cinco años», exclamó con un suspiro de alivio y una sonrisa.
Otro de los que condenados a cinco años de prisión ha sido «Shawkan», premiado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), símbolo de la defensa de la libertad de expresión en su país y objeto de innumerables campañas exigiendo su libertad y el respeto de los derechos fundamentales en Egipto.
El fotoperiodista fue detenido en agosto de 2013 mientras cubría las protestas y el desalojo en la plaza de Rabaa.
Su abogado Karim Abdelradi indicó a Efe que espera que salga en los próximos días, aunque continuará otros cinco años bajo «vigilancia», lo que significa que deberá «acudir cada noche a la comisaría de policía (…) y permanecerá allí desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana».
«En unos días los trámites habrán terminado para su liberación, normalmente son pocos días, pero no está determinada la fecha aún», dijo, al anunciar que están preparando la apelación porque siguen defendiendo su inocencia.
En la sala, otros familiares guardaban silencio, mientras el tribunal dictaba los fallos.
Mohamed Badia, líder de los Hermanos Musulmanes, organización considerada ilegal y terrorista en Egipto, fue condenado a cadena perpetua, lo que equivale en el país a veinticinco años.
El tribunal sentenció a diez años a Osama Mohamed Morsi, hijo del depuesto presidente Mohamed Mursi, quien cumple prisión de por vida.
Otras 374 personas fueron condenadas a quince años y 22 menores a penas de diez años con régimen de aplicación «no severo», según indicó el juez.
Entre 600 y 800 manifestantes, dependiendo de la fuente, murieron el 14 de agosto de 2013 tiroteados cuando la Policía dispersó la protesta, en los hechos más sangrientos ocurridos después del golpe de Estado, de los que el Gobierno acusa a los islamistas.
Entre los condenados hoy no ha habido miembros de las fuerzas de seguridad, señaladas por organismos como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch como los responsables de la matanza.
En julio, Egipto aprobó una ley que confiere inmunidad por actos cometidos entre 2013 y 2016 a los oficiales del Ejército, que no pueden ser investigados o perseguidos por la justicia sin el permiso del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
AI tildó hoy de «burla a la justicia» un macrojucio que considera «vergonzoso» sobre este caso.
«Las sentencias han sido dictadas en un vergonzoso juicio masivo contra más de 700 personas y condenamos el veredicto de hoy en los términos más firmes», indicó la directora de campañas de AI para el norte de África, Najia Bounaim, en un comunicado.
Para AI, «el hecho de que ni un solo oficial de Policía haya rendido cuentas por el asesinato de al menos 900 personas en las protestas de Rabaa y (la plaza de) Nahda muestra la burla a la justicia que ha sido este juicio».