7 diferencias entre el rescate de los niños en Tailandia y los mineros de Chile
CNN en Español
En 2010 la historia de un grupo de mineros chilenos desaparecidos después de que la mina en la que trabajaban colapsara sacudió al mundo. Era el 5 de agosto. 17 días después, un pequeño pedazo de papel con letras rojas le devolvió la esperanza al mundo y a los chilenos, que se preparaban para darlos por muertos tras haber perforado más de una docena de agujeros sin haberlos encontrado: Estamos bien en el refugio los 33.
Ocho años después, al otro lado del mundo, un episodio hace inevitable recordar la proeza de los mineros para sobrevivir y los enormes esfuerzos para su rescate: el 23 de junio un joven equipo de fútbol y su entrenador desaparecen en un sistema de cuevas en Tailandia.
El 2 de julio, un equipo de buzos británicos encontró a los niños y a su entrenador encaramados en una losa rocosa sobre aguas de inundación, después de nueve días sin comida ni agua fresca.
La operación para evacuar a los niños no ha sido fácil, pues luchan contra el poco oxígeno en la cueva y lo difícil que es llegar al equipo, que está a unos 4 kilómetros desde la boca de la cueva y a unos 1.000 metros bajo tierra.
Estas son las principales diferencias entre los 33 de Chile y los 13 de Tailandia.
1. La edad
Los niños de Tailandia tienen entre 11 y 16 años, y su entrenador tiene 25. El rango de edad de los 33 mineros de Chile era mayor: el menor de ellos tenía 19 años, y el mayor 63.
La juventud de los atrapados en Tailandia es una ventaja, según explica a CNN el doctor Jean Christophe Romagnoli, especialista en medicina deportiva, y quien diseñó un programa de capacitación para ayudar a 33 mineros de Chile.
«Creo que es una ventaja en ciertas maneras. La respuesta fisiológica de un ser más joven probablemente será mejor que la de los propios mineros», afirma. «Los mineros tenían una variedad de enfermedades crónicas, como la hipertensión y la diabetes. Los niños no deberían presentar ese tipo de enfermedades», añade.
2. La experiencia
Sin embargo, los mineros estaban acostumbrados a espacios reducidos y poca luz por su trabajo, los niños no
«La fuerza mental de los mineros es mayor porque están acostumbrados a espacios reducidos. No entrarán en pánico tan fácilmente», añade Romagnoli.
Una de las preocupaciones mayores a la hora de evacuar a los niños buceando era que como no sabían nadar y no tenían experiencia en inmersiones, era peligroso que entraran en pánico, poniendo en riesgo no solo su vida sino la de los rescatistas.
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Ahora, ser parte de un equipo podría jugar a su favor:
«Ellos [los jugadores] trabajan en un deporte de equipo, por lo que generalmente tienen una cooperación fuerte. De este modo, tal vez ese podría ser un factor clave para enfrentar el impacto», explica Romagnoli.
3. El tiempo sin recursos
Desde el 5 al 23 de agosto, los 33 mineros sobrevivieron compartiendo pequeñas porciones de atún y agua que había en el refugio, repartiéndolos con una cucharita.
Fueron 18 días con recursos muy limitados hasta que los rescatistas lograron enviar alimento, agua y mensajes por el canal que luego los llevaría a la superficie.
Los niños desaparecieron el 23 de junio y fueron hallados el 2 de julio, pasando 9 días sin agua y sin comida, algo que los debilitó.
4. El terreno
Para evacuar a los mineros de Chile la solución fue abrir una columna hasta el refugio, a 700 metros bajo tierra. ¿Por qué esta no era una opción en Tailandia? Los niños y su entrenador quedaron atrapados a casi 1.000 metros de profundidad. Aunque las distancias pueden no ser muy distintas, el terreno sí lo es. La roca de la mina era apta para excavación, pero el terreno poroso de las montañas de Tailandia podría desplomarse, por lo que la opción de cavar fue descartada.
5. El acceso
El conducto que se abrió desde la superficie hasta el refugio de los mineros hacía relativamente fácil la comunicación y el envío de todo tipo de elementos y recursos. Subir y bajar la cápsula para sacar a los mineros se demoraba cerca de una hora, pero el rescate se hizo en un récord de menos de 24 horas, pues hubo ascensos que demoraron menos de 10 minutos.
En el caso de los niños en Tailandia, cada viaje para ir a verlos tarda un total de 11 horas. Después de la operación de este domingo en la que se liberaron a cuatro niños, los buzos debieron esperar unas 10 horas, según indicaron las autoridades, para reabastecerse de oxígeno. Este lunes otros cuatro niños fueron evacuados, pero tras eso se detuvieron las labores para una nueva pausa.
Quedan 4 niños y el entrenador.
Según las autoridades, se necesitan al menos 20 horas para prepararse para la siguiente operación. No se sabe aún si sacarán un nuevo grupo de 4, como en días anteriores, y dejarán al entrenador para una cuarta operación, o si los evacuarán a todos.
6. El tiempo bajo tierra y las condiciones cambiantes
Los 33 pasaron 69 días en el refugio. Durante ese tiempo recibieron todo tipo de recursos: desde alimentos, hasta iPods con música y videos para entrenarse. Todo fue diseñado para ayudarlos a sobrellevar su estadía bajo tierra.
Fue un largo periodo, pero las condiciones estables lo permitían.
El presidente chileno Sebastián Piñera sostiene una bolsa plástica que contiene un mensaje de los mineros el 22 de agosto, confirmando que los hombres estaban vivos y a salvo, casi dos semanas después de permanecera allí.
Sin embargo, los el equipo de Tailandia se enfrenta a condiciones que van en su contra. En primer lugar, los niveles de agua, que fueron los que los llevaron a esta situación, fluctúan debido a la lluvia constante y a los esfuerzos de los equipos de bombear el agua fuera de la cueva.
Además, esta el tema del oxígeno: una caída en los niveles de este llevó a apresurar la operación de sacar a los niños y a su entrenador, que antes se pensaba que podría durar hasta 4 meses mientras bajaban las aguas dentro de la cueva.
Este domingo el rescate fue suspendido por la falta de oxígeno para recorrer la caverna. Los niños y su entrenador pueden sufrir de hipoxia si el oxígeno no es mantenido en un nivel óptimo.
7. El mundo los está viendo
Durante los tensos días desde que fueron descubiertos los niños y su entrenador en la cueva, su historia ha sido portada de medios internacionales, fascinados con los detalles del rescate y su supervivencia.
Más de 1.000 millones de personas vieron el rescate de los 33 de Chile. Es casi 10 veces más público que en el Super Bowl más visto.
Con información de Michelle Rozsa, Rosa Flores, Darran Simon y Taylor Barnes de CNN