6 claves para entender el petro, la criptomoneda lanzada por el gobierno
Por la BBC
Respaldado por el crudo venezolano, el petro supone un «cambio de época en el mundo financiero», según afirmó este martes el ministro de Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa.
Aunque el análisis de sus datos técnicos todavía deja muchas incógnitas, estas son 6 claves que sirven para explicar lo que de momento se sabe del petro.
1. ¿Quién la puede comprar, cuánto vale y por cuánto la puedo cambiar?
Quien lo desee puede desde este martes manifestar su intención de compra de petros. En esta fase de preventa la idea es comprobar el apetito del mercado.
El superintendente de las criptomonedas de Venezuela, Carlos Vargas, dijo la semana pasada que el gobierno espera atraer a inversionistas de Qatar, Turquía, así como de países del Medio Oriente, Europa y Estados Unidos en la preventa de su moneda digital.
Cada petro tiene como valor de referencia el precio de un barril de petróleo, del que Venezuela es considerado el país con mayores reservas probadas del mundo.
Eso no significa que cada petro equivalga a un barril, sino que el valor del petro está vinculado con el del crudo venezolano.
Teniendo esto en cuenta debería estar ahora en torno a los US$60, pero el precio de venta del petro dependerá aún de un acuerdo entre los interesados en la preventa y el gobierno.
Según se ha anunciado, se emitirán 100 millones de petros, por lo que el valor total de la emisión se estima en unos US$6.000 millones. De acuerdo con el Libro Blanco, que regula el funcionamiento de la moneda, este martes se empezaron a vender 38,4 millones de criptoactivos.
Ese Libro Blanco señala en un principio que la oferta es fija, pero también se dice que el petro va a poder ser minado si los usuarios así lo acuerdan.
El documento señala también que cuando alguien quiera cambiar su petro, se pagará el precio del barril pero en bolívares, la moneda nacional venezolana, muy devaluada por la hiperinflación que atraviesa el país.
El billete de mayor denominación, el de 100.000 bolívares, apenas equivale a menos de US$0,50 en el mercado de cambio paralelo.
El cambio a bolívares se realizará en plataformas de cambio autorizadas por el gobierno, de las que de momento se conocen pocos detalles.
Su valor va a radicar, sobre todo, según Laura Rojas, experta en finanzas digitales, en la promesa de que se va a crear un mercado en Venezuela y «podrá ser usado más adelante para pagar impuestos y servicios público», le dice a BBC Mundo.
Eso, unido a la promesa del gobierno de que se va a esforzar en promover su uso internacional a través por ejemplo de la estatal PDVSA, que deberá pagar parte de sus transacciones en petros.
2. ¿Es realmente una criptomoneda y en qué se diferencia del bitcoin, la más popular?
Sí, el petro es una de las cientos de criptomonedas que existen y de las que el bitcoin es la más conocida.
La principal diferencia con el bitcoin radica en que el petro estará centralizado por un intermediario, en este caso el gobierno de Venezuela, mientras que el bitcoin es completamente descentralizado. No pertenece a nadie, no está regulado por gobiernos, bancos ni fondos de inversión.
Otra diferencia es el minado. El bitcoin puede ser generado por cualquiera con el equipo adecuado. El petro, según el Libro Blanco, eso dependerá de si los usuarios lo acuerdan porque en un principio la oferta es de 100 millones.
El petro no es la primera moneda digital emitida por un ente centralizado, como puede ser una empresa.
«A partir de aquí se siguen reglas establecidas y predeterminadas que hacen que ni el valor ni la oferta sean manejadas de forma discrecional», apunta Rojas.
3. ¿Qué busca el gobierno?
El gobierno de Venezuela, con problemas de ingresos, en medio de una grave crisis y presionado por las sanciones financieras de Estados Unidos, lanzó el petro y lo promociona como una solución para poder financiarse y resolver los muchos males que asolan su economía.
Entre los objetivos está crear una moneda alternativa al dólar y una economía digital y transparente para el beneficio de los países emergentes y alejada del sistema financiero mundial, controlado desde Estados Unidos.
Quiere que Venezuela sea «referencia global de soberanía frente a los grandes centros financieros globales».
Con el petro, además, el gobierno busca un ingreso que ahora no encuentra. En abril deberá hacer frente a nuevos pagos de deuda que no puede refinanciar por las sanciones de Estados Unidos.
Las importaciones de un país dependiente del exterior han caído y esto es parte de la explicación de la carencia de alimentos y de productos básicos.
Todo ello en un contexto de una continua caída de la producción de petróleo, casi su única fuente de entrada de dólares, que ni siquiera le ha permitido aprovechar el aumento del precio del barril en los últimos meses.
«La criptomoneda viene a fortalecer nuestra economía», afirmó el lunes el presidente Maduro, sin dar más detalles. «Vamos a tener un éxito total», aventuró.
De acuerdo al Libro Blanco, el 55% de los ingresos recaudados irán a un fondo soberano que el gobierno podrá usar discrecionalmente.
4. ¿Es un instrumento para emitir deuda pública?
Es la gran crítica que le hace la oposición. El Parlamento, controlado por los rivales de Maduro, ha declarado ilegal el petro.
El economista y diputado opositor de la Asamblea Nacional José Guerra cree que el petro no es una criptomoneda y que se asemeja más a un bono de deuda pública.
Según Guerra, la creación del petro es «una operación de deuda que trata de evitar el control parlamentario», dijo en una reciente entrevista televisiva. Además, se refirió a ella como una inversión «altamente riesgosa».
«Si el gobierno piensa que utilizando el petro obtendrá financiamiento que no puede tener hoy, se va a equivocar», agregó.
La nueva emisión de deuda, de acuerdo con la Constitución, debe estar respaldada por la Asamblea Nacional, la cámara legislativa de mayoría opositora, que se niega a que aumente la enorme deuda del país.
Y a eso se suma que Estados Unidos impide que se refinancie la deuda o se emita nueva a través de su territorio y sus instituciones.
5. ¿Sirve para sortear las sanciones de Estados Unidos?
La idea del petro es poder lograr financiamiento fuera de los circuitos de influencia de Estados Unidos que tanto el Ejecutivo como la petrolera estatal PDVSA tienen ahora cerrados.
Sin embargo, el Departamento del Tesoro ya ha advertido a todos los interesados en invertir en el petro.
«Una moneda de estas características pareciera ser una extensión de crédito al gobierno de Venezuela (…). Los estadounidenses que se involucren con la futura moneda digital venezolana pueden estar expuestas a sanciones de Estados Unidos», alertó.
Esto podría ser un factor disuasorio para quien esté en principio interesado en adquirir petros.
La experta Rojas cree que ese es el principal objetivo del gobierno de Venezuela: «Levantar el cerco de las sanciones para conseguir dinero».
«En el mundo privado estas preventas son una innovación respecto a fórmulas tradicionales para levantar capital. Una empresa que empieza o recurre a la venta de acciones o emite deuda para levantar capital cuando tiene un proyecto que está comenzando», afirma Rojas.
Emitir criptomoneda es una alternativa. «El gobierno de Venezuela se montó en esa ola», asegura la experta.
6. ¿Tendrá éxito?
El gobierno ya afirma que lo va a tener, pero hay muchas dudas aún en el Libro Blanco, falto aún de datos específicos clave.
El presidente Maduro habló este martes de haber registrado en la preventa una intención de compra por valor de US$735 millones en tan solo 20 horas desde su lanzamiento.
Para el éxito será clave la confianza.
El propio gobierno es el emisor y el que se compromete a recomprarlos. Y lo hará en un contexto en el que varias agencias crediticias han hablado de default (o cesación de pagos) selectivo por el retraso en el pago de intereses de algunos bonos de deuda.
Y además, Venezuela va a seguir teniendo bloqueados los mercados.
Esta situación podría agravarse ante unas elecciones presidenciales el 22 de abrilque buena parte de la comunidad internacional va a desconocer por no considerar que se den en circunstancias justas y que la mayoría de la oposición va a boicotear.
«Con una criptomoneda no vendes acciones ni bonos. El inversionista no tiene ningún derecho legal sobre el proyecto en el que invierte. Lo único que tiene es confianza en que va a desarrollar el proyecto de acuerdo a lo dicho», explica Rojas a BBC Mundo.
Eso es lo que hace que toda criptomoneda sea una inversión «altamente riesgosa». «Si además de eso, el emisor no te dice lo que va a hacer, me cuesta pensar que haya inversionistas serios detrás del petro», dice Rojas.
En un mes comenzará la venta efectiva y se espera que empiecen a disiparse incógnitas.