4 mil policías para cuidar al Papa rumbo a la conflictiva tierra de mapuches
Con información de Infobae
Mucha expectación y un fuerte operativo de seguridad aguardan al papa Francisco en su visita a la región de la Araucanía, cuna de la etnia mapuche, donde el pontífice rezará por la unidad y la reconciliación de los pueblos, en medio de las tensiones por el llamado conflicto mapuche.
En un ambiente dividido por la centenaria reclamación territorial de esta etnia con el Estado chileno, el líder católico seguirá los pasos de la gira de Juan Pablo II en 1987, y arriba a la ciudad de Temuco, hoy resguardada por más de 4.000 agentes de policía.
«Es muy importante hacer ver que esta zona es bastante más que un conflicto«, señala el obispo de Temuco, Héctor Vargas, quien asegura que los más de 957.000 habitantes de esa región viven estigmatizados, a causa de las situaciones de violencia que allí se viven.
La quema de camiones e iglesias, la ocupación de un predio propiedad del Arzobispado y la difusión de consignas en contra de la visita del pontífice figuran en la antesala de esta visita a la Araucanía, la región más pobre y con los índices más altos de desempleo de Chile.
El obispo Vargas, que en diciembre pasado envío un informe al Vaticano sobre la situación en la región, reconoce que «existe una deuda histórica y asuntos pendientes con el pueblo mapuche«.
Por esta razón, el prelado espera que el papa Francisco haga «un llamado al diálogo (…) y a dejar de lado las trincheras«.
Desde hace décadas se arrastra en esta zona situada a más de 600 kilómetros de Santiago un conflicto en el que las comunidades mapuches exigen al Estado la restitución de tierras ancestrales que les fueron arrebatadas y que ahora están en manos de latifundistas y empresas forestales.
Esta problemática deriva de la llamada «Pacificación de La Araucanía«, un plan que se empezó a aplicar en 1863 en virtud del cual el estado chileno se anexionó los terrenos mapuches mediante la ocupación militar y la aculturación.
Esta situación ha tenido como consecuencia episodios de violencia en los que han muerto pobladores mapuches, policías y latifundistas, y además, decenas de comuneros han sido procesados por diversos delitos. Organizaciones de derechos humanos denuncian que en algunos casos no había pruebas suficientes en su contra.
El viaje de Francisco a Temuco, capital de la Araucanía, «marca la internacionalización de la demanda mapuche y la notoriedad adquirida en torno a la promoción y la defensa de los derechos humanos«, sostiene el historiador Fernando Pairacán.
Para este profesor de la Universidad de Santiago, la visita también evidencia «las carencias del Estado chileno en la conducción del proceso«.
Y si bien «un perdón simbólico es importante, éste debe ir acompañado de una política que revierta los altos índices de pobreza y segregación del pueblo mapuche», subraya el académico.
Pese a las alarmas que ha encendido la visita del pontífice a la Araucanía, Pairacán descarta que se vayan a producir incidentes graves. «Un conflicto social no es terrorismo», argumenta.
El papa Francisco realiza la segunda misa masiva de su visita a Chile en el aeródromo de Maquehue, un territorio ancestral mapuche en disputa, ubicado en la ciudad de Temuco.
La base, propiedad de las Fuerza Aérea, fue utilizada como centro de tortura y detención durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).