¡372.500 dólares! Venden en Nueva York una pintura sobre papel de Picasso

La obra, fechada en Cannes en 1933, es una de las pinturas de contenido social que el artista malagueño realizó en su etapa de madurez creativa y que anticiparon su expresionismo

La colección de la nieta de Picasso, que recaudó 10,2 millones de dólares, abarca desde finales del siglo XIX hasta sus últimos años de producción artística, e incluye más de 100 lotes de piezas únicas de cerámica, pinturas y dibujos sobre papel que el artista guardó en su estudio durante toda su vida.

Una de las obras de mayor precio de venta fue el retrato abstracto «Portrait», pintado durante el final de la Segunda Guerra Mundial, que se adquirió por 348.500 dólares, casi el triple de su precio estimado (unos 120.000).

También se subastaron dibujos a lápiz que Picasso realizó en la cumbre de su carrera, como «Maternité» (1951), un par de piezas sobre papel -vendidas por 324.500 dólares- que representan a una madre de rostro caricaturesco que abraza y besa a su hijo.

Y es que la maternidad es una temática que el pintor plasmó en diversos óleos, acuarelas y dibujos a lo largo de su carrera.

Una parte importante de la colección corresponde a su última etapa artística -conocida como el periodo de Vallauris-, que transcurrió en el sureste de Francia y en la que se dedicó por completo a la cerámica y a la escultura, llegando a crear más de 600 piezas.

Fue en esta época cuando el artista realizó «Vase-Femme avec un bras-anse», un jarrón en el que aparece pintado el cuerpo de una mujer, que nunca había sido exhibido y que se vendió por 250.000 dólares, un precio cuatro veces más alto de lo estimado.

Además, en su última etapa retomó temas recurrentes como los toros, lo que se puede apreciar en la escultura de arcilla «Petit taureau», de 22,8 centímetros de altura y realizada en 1957.

Esta pieza fue adquirida también por 250.000 dólares, tras una larga puja que superó todas las expectativas, al arrancar con un precio de salida de 24.000 dólares.

Tampoco pasaron desapercibidas pinturas cubistas de los años 20 como «Guéridon et guitarre», realizada sobre papel, en la que se puede observar la presencia de la guitarra con la estética propia del artista, una obra que fue vendida por 212.500 dólares. EFE