#26Nov | ¿Por qué hoy se celebra el Día de Acción de Gracias?
Agencias
Hoy es 26 de noviembre, día en el que en Estados Unidos se celebra Thanksgiving o Acción de Gracias, que aunque marcado por las restricciones debido a la pandemia de coronavirus, volverá a hacer que las familias se reúnan en torno a la mesa (y el pavo) para dar gracias. Un día lleno de tradición del que os explicamos ahora qué es, qué significa y por qué se celebra.
Nacido a mediados del siglo XVII, Thanksgiving es en Norteamérica una de las fiestas más sentidas y se pasa con la familia sirviendo el tradicional pavo en la mesa. En Estados Unidos cae el cuarto jueves de noviembre, mientras que en Canadá cae el segundo lunes de octubre.
El Día de Acción de Gracias, es uno de los festivales más populares de América del Norte. Con fecha de mediados del siglo XVII, la celebración de hoy ha perdido gran parte de su significado cristiano original y se ha convertido en una oportunidad para que las familias estadounidenses y canadienses se reúnan y den gracias por lo que tienen y de ahí, que en Europa se la compare casi siempre con la celebración de Nochebuena o Navidad, pero ¿cuáles son esos orígenes? ¿De qué modo nació esta celebración?.
Los orígenes cristianos
Según la tradición, el Día de Acción de Gracias se originó en 1621 en la ciudad de Plymouth, Massachusetts a instancias de los Padres Peregrinos. Los primeros documentos, sin embargo, se remontan a dos años después, en 1623, cuando diversas fuentes señalan que el gobernador de la colonia fundada en Plymouth, William Bradford, estableció un día en el que todos los miembros de la comunidad debían dar gracias a Dios por todos sus esfuerzos y de alguna manera, poder dar gracias por la temporada de cosecha recién recogida.
En realidad era más una celebración de la cosecha que otra cosa, pero el elemento de «dar gracias» no solo se refería al hecho de que la tierra había dado frutos y se agradecía a Dios por ello. Según la leyenda, Acción de Gracias nace porque los peregrinos que llegaron del Mayflower, aprendieron a cultivar la tierra americana gracias a la ayuda de los indios que allí vivían. Tras la cosecha, se reunieron todos para celebrar un banquete en el que los peregrinos agradecían a los indios su ayuda.
El último jueves de noviembre aprobado por el Congreso en 1941
La festividad se hizo aún más conocida cuando, en 1863, en medio de la Guerra Civil, Abraham Lincoln proclamó la celebración anual del Día de Acción de Gracias. En esa ocasión, el aniversario comenzó a adquirir un significado cívico, despojándose de sus orígenes cristianos. La consagración definitiva del Día de Acción de Gracias se remonta a mediados del siglo pasado, cuando el presidente Franklin Roosevelt propuso su institución para el cuarto jueves de noviembre, la cual fue aprobada por el Congreso en 1941.
La controversia
Inaugurado por los colonizadores, a lo largo de los siglos, el Día de acción de gracias ha sido a menudo objeto de controversia. De hecho, el festival no es particularmente popular entre los nativos americanos y algunas minorías lo asocian con el recuerdo de la muerte de sus antepasados. Por ello, en algunos grupos se ha establecido un día de duelo o «no acción de gracias» para oponerse a la festividad oficial.
El pavo
Tradicionalmente, el Día de Acción de Gracias debe celebrarse con la familia y posiblemente en casa, no en un restaurante. Para la ocasión, cada familia prepara el clásico pavo relleno que se acompaña de boniatos, salsa de arándanos, salsa gravy y pastel de calabaza. El pavo es originario del continente americano y era muy común entre los aztecas que lo criaban. Tras la conquista europea, el animal fue llevado al Viejo Continente donde rápidamente se afianzó, tanto que siglos después cuando los Padres Peregrinos del Mayflower llegaron a Massachusetts lo trajeron consigo, iniciando su consumo intensivo y haciendo que fuera el plato principal en la noche de Acción de Gracias.
Gracia presidencial
El Día de Acción de Gracias también se celebra en la Casa Blanca, donde la ‘ceremonia de gracia’ se ha llevado a cabo desde finales de la década de 1980, lo que significa que el presidente decide salvar dos pavos. El primero en perdonar a los pavos que de otro modo hubieran terminado en la mesa de la Casa Blanca fue Ronald Reagan en 1987, imitado por George Bush en 1989. Desde entonces, todos los presidentes han continuado la tradición, incluido Donald Trump, que precisamente ayer miércoles concedió indulto al 73º pavo que pasa por la Casa Blanca, siendo además uno de sus últimos actos públicos como presidente antes de que sea sustituido de manera definitiva por el nuevo presidente elegido, Joe Biden, el próximo mes de enero de 2021.
Con información de okdiario.com