22 soldados turcos muertos tras ataque con bombas en Ilib
El Mundo
Ataques del «régimen sirio» este jueves, a posiciones compartidas por el ejército turco y las fuerzas opositoras, mataron a al menos 22 soldados turcos, según el delegado del Gobierno en la provincia turca de Hatay. El último golpe ha ocurrido al mismo tiempo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantenía una cumbre extraordinaria de Seguridad para abordar la situación en la provincia siria de Idlib, que tras lo sucedido se agrava al punto de la ruptura con Rusia.
Se ha dado la orden las fuerzas de seguridad fronterizas de no intervenir frente a la circulación de inmigrantes hacia suelo europeo.
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó de la muerte de 34 soldados turcos -no confirmados oficialmente- durante la que pudo haber sido la jornada más negra para las Fuerzas Armadas Turcas en décadas. «Los ataques», explicó esta organización que informa en base a una red de activistas sobre el terreno, «ocurrieron a lo largo del día en el área entre Al Barah y Baluon», en la provincia de Idlib, último bastión opositor y objeto de una ofensiva gubernamental.
De acuerdo con medios locales y algunos vídeos surgidos, la aviación rusa, que apoya a las tropas del presidente sirio Bashar Asad, redujeron a escombros un edificio de dos plantas que hacía las veces de cuartel de los opositores. El ejército turco lo usaba para coordinarse con las brigadas opositoras, entre ellas elementos extremistas, que combaten para evitar que Idlib regrese a manos del Gobierno. Luego, el Kremlin, que gestiona el espacio aéreo sirio, prohibió a Turquía trasladar a heridos en helicóptero.
Según diversas imágenes compartidas en las redes sociales, el hospital general de Reyhanli, una localidad turca próxima a la frontera turcosiria, se llenó durante la noche de pacientes y de vecinos curiosos. Docenas se arremolinaban en torno al edificio. Según la agencia semioficial Anadolu, el delegado del Gobierno en Hatay, Rahmi Dogan, solicitó a la población no acercarse al hospital para evitar problemas de seguridad.