Сientíficos predicen «la muerte del sol»
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Durante varios años la tecnología astronómica ha evolucionado y gracias a estas herramientas lograron calcular dentro de cuánto tiempo la luz del sol eventualmente se apagará y se desvanecerá dando lugar a la muerte final de la masa solar.
El sol se encuentra en una fase conocida como secuencia principal, en la que la fusión nuclear de hidrógeno le permite irradiar energía y proporcionar suficiente presión para evitar que la estrella colapse bajo su propia masa, algo que prevén ocurrirá en unos 5.000 millones de años.
«El sol tiene un poco menos de 5.000 millones de años. Es una especie de estrella de mediana edad, en el sentido de que su vida será de 10.000 millones de años», explicó Paola Testa, astrofísica del Centro de Astrofísica, una cooperación entre el Observatorio Astrofísico Smithsonian y el Observatorio de la Universidad de Harvard.
Según publica LiveScience, después de que el sol haya quemado la mayor parte del hidrógeno en su núcleo, pasará a su siguiente fase como gigante rojo. Esto ocurrirá aproximadamente dentro de 5.000 millones de años cuando el sol dejará de generar calor y su fusión nuclear y núcleo será inestable y se contraerá. De acuerdo con la NASA, mientras esto ocurra, la parte exterior del sol todavía contendrá hidrógeno y se expandirá brillando en rojo a medida que se enfría, siguiendo un ciclo normal de una estrella.
Este proceso, hará que el sol se trague a los planetas más cercanos a él como Mercurio y Venus, además incrementarán los vientos solares hasta anular el campo magnético de la Tierra y eliminar su atmósfera. Todo esto sería catastrófico para cualquier vida que haya quedado en el planeta, si es que sobrevivió el aumento del 10% del brillo del sol que puede vaporizar los océanos en unos 1.000 millones a 1.500 millones de años, según Geophysical Research Letters.
Antes de colapsar hasta su núcleo, el sol comenzará a fusionar el helio sobrante de la fusión del hidrógeno en carbono y oxígeno dejando una nebulosa planetaria, mientras sus capas externas se reducen a un cadáver estelar denso, más caliente, del tamaño de la Tierra dando paso a una enana blanca.
Esta nebulosa será visible hasta unos 10.000 años. Según Testa, a partir de ahí pasarán billones de años para que lo que quede del sol pase a convertirse en un objeto no emisor.
«Al reunir mucha información variada de muchas estrellas diferentes, los astrónomos y astrofísicos podrían construir un modelo de cómo evolucionan las estrellas. Esto nos da una suposición bastante precisa de la edad del sol» concluyó Testa, quien investiga los mecanismos de calentamiento y los procesos de las emisiones de rayos X, como las erupciones solares, en las capas externas de la atmósfera del sol