Wall Street cierra con su mejor sesión en diez años - 800Noticias
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Tras cuatro jornadas de recortes, Wall Street ha vivido hoy su mejor sesión de los últimos diez años. O al menos para su principal indicador, el Dow Jones, que ha avanzado un 4,99% y ha ganado más de 1.000 puntos. Los datos de consumo navideño avanzados por Mastercard despejan los temores de que la desaceleración económica está a la vuelta de la esquina y han sostenido las contundentes alzas de la Bolsa de Nueva York.

El S&P, por su parte, ha avanzado un 4,96% y más de 100 puntos en su mejor día desde marzo de 2009. El Nasdaq, por su parte, ha avanzado un 5,84%, en su mayor alza intradía desde 2011. Y ha ganado 361 puntos, algo nunca visto desde el año 2000, en pleno auge de la burbuja puntocom.

El ruido político en Estados Unidos, con el cerrojazo parcial del Gobierno federal promovido por el presidente Donald Trump, sumado a la inquietud sobre la evolución de la economía del país y la sensación de que el final del ciclo se acerca, provocaron que el pasado lunes –jornada semifestiva en España– la Bolsa estadounidense viviese su peor Nochebuena de la historia. Y que el Ibex profundizase los mínimos de 2016.

Unos recortes que se trasladaron el martes al mercado japonés, provocando la mayor caída del Nikkei en dos años y que ayer lograron frenarse en Wall Street gracias a las empresas de consumo. Mastercard avanzó que el gasto en compras navideñas de los estadounidenses crecerá un 5,8%, su mayor nivel de los últimos seis años, lo que disparó la cotización de gigantes como Amazon y de minoristas como Wayfair o Kohl’s.

Los inversores se agarran a este buen dato para apostar por las ventas. Tanto es así que el petróleo Brent se ha disparado un 8% en su mejor sesión desde noviembre de 2016 hasta recuperar los 55 dólares. Los inversores esperan que el dato de ventas minoristas auguren que la recesión no está tan cerca como esperaban y la demanda de crudo se mantenga a buen ritmo, al menos de momento.

Primero fueron las críticas lanzadas por Trump el fin de semana a la decisión de la Reserva Federal, presidida por Jerome Powell, de subir los tipos de interés en su última reunión, en un capítulo más de su interferencia en la independencia de la política monetaria del país. A ello vino a sumarse este lunes la reunión mantenida por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, con las seis principales entidades financieras del país para transmitir el buen rumbo de la economía e insistir en que los bancos cuentan con “abundante liquidez”, algo que terminó por sembrar las dudas en el mercado ante la hipótesis de que la administración estadounidense tuviera en su mano datos desconocidos por el mercado.

Y ello a pesar de que analistas como los de A&G Banca Privada apuntaran que “la Fed siguió el guión establecido”, si bien, “el tono del mensaje fue más acomodaticio, rebajando las estimaciones de subidas de tipos para 2019 y enfatizando que las decisiones a partir de ahora en términos de política monetaria estarán absolutamente condicionadas a los datos que se vayan conociendo”.

Las aguas tornaron más calmadas ayer y uno de los principales asesores económicos de Trump, Kevin Hassett, trató de poner fin a las dudas al afirmar que Powell “está 100% seguro” y que su puesto como presidente del banco central “no está en peligro”. Ello a pesar de las críticas lanzadas por el presidente estadounidense, quien llegó a decir que “el único problema que tiene nuestra economía es la Reserva Federal”.

Lo cierto es que el ruido político y económico han provocado que el Dow Jones se deje un 16,4% desde los máximos históricos alcanzados en octubre, cuando superó los 26.000 puntos. Unas caídas que son vistas con preocupación ante la posibilidad de que supongan el detonante de un mercado bajista –más de un 20%– que pondría fin a una década de ganancias.

Cambio de tendencia o recorte, en lo que va de año, el índice Dow Jones retrocede un 10% y se prepara para culminar su peor ejercicio desde 2008. El S&P 500, por su parte, cede un 9,7% .

Más allá de las caídas bursátiles, la inestabilidad ha despertado al denominado indicador del miedo. El índice Vix, que mide los altos y bajos del S&P 500, se ha duplicado desde los mínimos de diciembre, y ha retornado a niveles de febrero de este año, cuando las dudas sobre el temor inflacionista en EE UU provocaron fuertes caídas en Wall Street y llevaron al bono a diez años a rozar el 3% por primera vez en cuatro años.

Con información de El País y agencias

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