Vicepresidente cubano: Deshielo fue otra estrategia de EEUU contra revolución - 800Noticias
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EFE

El restablecimiento de relaciones con Cuba fue para Estados Unidos «una manera distinta para tratar de lograr su objetivo final que es destruir la revolución», afirmó el vicepresidente cubano, Miguel Díaz Canel, en un vídeo difundido hoy en las redes sociales.

«Por tanto, nosotros no le tenemos que dar nada a cambio», asegura Díaz Canel, quien sostiene que el deshielo diplomático iniciado en diciembre de 2014 partió de «una asimetría en las relaciones» dado que EE.UU. trató de invadir la isla y le impuso un embargo económico y financiero.

La grabación fue difundida este lunes en la plataforma YouTube por el grupo opositor Estado de Sats y corresponde supuestamente a una reunión que tuvo lugar en febrero en la llamada «Escuela de Cuadros» del Partido Comunista (PCC, único) en La Habana, confirmó a Efe el coordinador del citado grupo, Antonio Rodiles.

Díaz Canel es considerado el posible sucesor de Raúl Castro como presidente de Cuba en febrero del 2018 y ha mantenido por lo general un perfil bajo, por lo que resulta inusual que se publique un vídeo en el que emite opiniones tan contundentes, especialmente en lo que se refiere a las relaciones con EE.UU, asunto de Estado para el país caribeño.

Sin embargo, en los últimos meses el vicepresidente ha aumentado su visibilidad y presencia institucional.

En el vídeo, señala que «en medio del proceso de restablecimiento de relaciones», en la retórica del Gobierno estadounidense «se seguía observando todo un grupo de ideas colonizadoras» y precisa que se refiere al periodo anterior a la llegada a la Casa Blanca del republicano Donald Trump.

«Ellos tienen que resolver esa asimetría si quieren relación», agrega.

A su juicio, «hay un marcado interés por una reconquista política y económica» de la isla que pasa por empoderar a los trabajadores del sector no estatal, los denominados «cuentapropistas», a los que «quieren convertir» en «un sector de la oposición a la revolución».

«Hay un diseño norteamericano para esto, que busca capacidad de influencia, penetrar en nuestras redes de comunicación, influir en la batalla cultural y simbólica, financiar y ponderar el sector no estatal de la economía y formar liderazgo en este sector», argumentó Díaz Canel.

El Gobierno cubano anunció este mes nuevas regulaciones para el sector privado y paralizó temporalmente la concesión de licencias para restaurantes y alquiler de viviendas, una decisión que ha causado malestar en ese ámbito que agrupa a más de medio millón de trabajadores.

El vicepresidente también menciona, junto a la embajada de EE.UU en Cuba, a las de España, Alemania, Noruega y el Reino Unido como instituciones con «una alta actividad de subversión» y, en otro momento, advierte de que «el día que nosotros podamos cortar el dinero (con el que supuestamente se subvencionan esas actividades) se acabó la contrarrevolución».

Entre esos proyectos, Díaz Canel distingue dos «estrategias» y menciona la «contrarrevolución confrontacional (…), la que todo el mundo conoce y que ellos saben que está muy desacreditada, que no da nada, pero como es una criatura que ellos engendraron la tienen que seguir manteniendo».

Hace referencia, asimismo, a una «oposición leal», a la que define como «gente que usa un lenguaje y un discurso bien estructurado, (que) no confrontan a la revolución cubana», con «un discurso digamos socialdemócrata» con «soluciones para todo» y a los que «la gente todavía no los ve como un proyecto contra la revolución».

Como ejemplo cita a la plataforma de apoyo a emprendedores «Cuba Emprende» y a «Cuba Posible», una publicación digital en la que se tratan cuestiones sobre todo económicas y sociales y se proponen alternativas para el desarrollo de la isla pero dentro del modelo socialista.

«Ahora todo el mundo te pone que el cuentapropista, al que ellos le dan mucho bombo y platillo, es la persona de éxito en Cuba», indica Díaz Canel.

Al principio de la grabación asegura que «hay toda una avalancha de propuestas y proyectos con contenidos subversivos que todos los días se están analizando», entre los que cita las redes wifi ilegales y «el paquete», como se conoce a un conjunto de contenidos audiovisuales en su mayoría extranjeros que se distribuye semanalmente en toda la isla como alternativa de entretenimiento.

Alude asimismo a «los negocios particulares con referencia a los años 50».

«Hubo un negocio que nos quisieron montar que hacía apología de la época de (Fulgencio) Batista y La Habana que mostraba en todo su márketing era La Habana de los años 50», explica.

Además, alerta de que «han aparecido sitios, portales y revistas aparentemente inofensivas y de perfil bajo» a los que atribuye la «difusión de estereotipos probados de guerra cultural».

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