Tres muertos y 43 afectados por un brote de legionela en Portugal - 800Noticias
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Un virulento brote de legionela afecta ya a 43 personas en Lisboa, con tres muertos confirmados y una creciente preocupación de las autoridades sanitarias.

El Hospital San Francisco Javier, ubicado en la zona noble de Restelo (entre Ajuda y Belém), se ha convertido en el foco en cuestión. O, mejor dicho, se trata de cuatro puntos contaminantes: dos torres de refrigeración y dos tanques de abastecimiento de agua. Allí se ha localizado la bacteria, cuya primera presencia se detectó el pasado 27 de octubre. Un panorama que ha ido a más y que vivió a comienzos de esta misma semana su momento álgido en cuanto a la alarma pública desatada. Porque fue el lunes 6 de noviembre cuando se registraron las dos víctimas mortales.

Hasta ese instante, la dirección del hospital se encontraba confiada en haber controlado el brote, pero lo cierto es que no ha sido así. Los casos van en aumento: de los 23 que salieron a la luz inicialmente se ha pasado a los 43 de hoy. Siguiendo la estela de la inquietud popular al respecto, hasta el presidente de la República de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, ha tomado cartas en el asunto y no ha dudado en pedir que se realice una investigación lo más exhaustiva posible. Se da la circunstancia de que, casualmente, el Hospital San Francisco Javier es el más cercano al palacio presidencial.

Dicho y hecho. Las pesquisas ya siguen su curso, dirigidas por el Instituto Ricardo Jorge, de titularidad pública y especializado en este tipo de cometidos. Las infecciones respiratorias graves que causa la legionela afectan con acusada beligerancia a los pacientes más debilitados o con bajas defensas, como así está ocurriendo en la capital portuguesa. La cuestión presenta tintes oscuros porque, en una mayoría de los casos, los enfermos sufrían con anterioridad alguna dolencia de carácter crónico.

Las dos muertes producidas corresponden a un hombre de 77 años y a una mujer de 70, que estaban hospitalizados en diferentes puntos del centro sanitario. Precisamente, las tres víctimas de esta clase de neumonía saltaron a los titulares de los medios de comunicación portugueses hace tan solo unos días. El motivo solo puede calificarse de insólito: en pleno velatorio, irrumpieron técnicos enviados por la Fiscalía para llevarse los cuerpos e iniciar de forma rápida los trámites de la autopsia.

Las familias quedaron en estado de ‘shock’ al ver cómo el traslado se hacía en semejantes circunstancias y afirmaron haber sentido cómo se quebraba su luto de manera arbitraria. Sobre todo, porque la operación podía haberse efectuado solo unas horas antes, en el hospital, y no se habría llegado a una situación de tal calibre.

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