Pacientes denunciaron cierre de Unidad de Quimioterapia en Naguanagua

Pacientes oncológicos del hospital Ángel Larralde, en Naguanagua, denunciaron que desde el 2 de abril fue cerrada la Unidad de Quimioterapia por las malas condiciones de la infraestructura y los mudaron a un lugar que no es adecuado para recibir tratamiento.

Indicaron que algunos de los aquejados se han contagiado de otras enfermedades, debido a que las quimioterapias se las colocan en el área de emergencia y allí llegan personas con otros padecimientos.

Destacaron que en condiciones normales, la Unidad de Quimioterapia debería atender a 100 pacientes a la semana, entre consultas y tratamientos, pero debido a las limitaciones cada día dan 6 cupos aproximadamente; en especial, dan prioridad a aquellos cuyas condiciones físicas sean más críticas.

Enriqueta Vásquez, paciente desde hace dos años del Ángel Larralde, enfatizó que tampoco hay insumos suficientes en el hospital. “Las instalaciones están deterioradas, los baños son utilizados por  mujeres y hombres, y tuve que pedirle estos medicamentos a una amiga”, expresó.

Destacó que el trato que reciben de enfermeras y médicos es muy bueno, a pesar de que trabajan con deficiencias de materiales médicos.

Los pacientes señalaron que desde la semana pasada está intervenido el hospital. “Las enfermeras hacen de secretarias, nos quitaron los libros y se los llevaron para el departamento de historias médicas, esto es un caos total”, denunció Vásquez.

Yadira Pinto, otra de las aquejadas, agregó que lleva tres años en tratamiento. “Hay escasez de insumos y tenemos pacientes bastantes delicados; nos estamos recuperando y tenemos fuerza para poder seguir adelante con esta enfermedad”.

También deben llevar las jeringas, catéteres, solución fisiológica y hasta las agujas especiales para los catéteres internos.

 Les piden paciencia. Indicaron que cuando han hablado con las autoridades les han dicho que tengan paciencia. Omaira Pacheco, que también acude a la Unidad para recibir quimioterapia, dijo que el problema principal es que no los atienden a tiempo, que las esperas se prolongan mucho.

“Yo pasé la parte más fuertes del tratamiento que son las quimios intravenosas; sin embargo, quedé con un refuerzo que tampoco me lo pueden aplicar en cualquier sitio ya que debo venir aquí”, dijo.

Carmen Richi, que recibe tratamiento desde hace casi siete años debido a que tuvo un cáncer de mama y ahora padece de metástasis en los pulmones y en la piel, dijo que Interrumpir el tratamiento es fatal para ellos.

Fuente: EL NACIONAL