Debate presidencial en Colombia: Santos y Zuluaga cruzaron acusaciones de corrupción - 800Noticias
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Los candidatos presidenciales colombianos Juan Manuel Santos (Unidad Nacional) y Óscar Iván Zuluaga (Centro Democrático) se retaron este jueves mutuamente a decir «la verdad al país» sobre los escándalos en sus respectivas campañas al intervenir en el primer debate de todos los aspirantes a las elecciones del próximo domingo, que completaron Enrique Peñalosa (Alianza Verde), Marta Lucía Ramírez (Partido Conservador) y Clara López (Polo Democrático).

«¿Por qué no le dice la verdad al país, por qué sigue evadiendo esa verdad?», preguntó el presidente-candidato Santos a Zuluaga sobre sus vínculos con el pirata informático Andrés Sepúlveda, detenido por la Fiscalía y acusado de hacer interceptaciones ilegales para sabotear el proceso de paz del Gobierno con las FARC.

Zuluaga respondió que ha «dado la cara» sobre ese escándalo y reiteró que el video en el que aparece hablando sobre interceptaciones de inteligencia con Sepúlveda es «una trampa» y un «montaje» para perjudicar su campaña ahora que las encuestas lo dan empatado con Santos en el primer lugar de las preferencias de voto.

 

El video en donde se puede ver a Zuluaga junto al hacker Sepúlveda. El candidato afirma que es un montaje

Según Zuluaga, el citado video «es un atentado contra la democracia colombiana», y recordó que su abogado presentó este jueves a la Fiscalía lo que considera pruebas del «montaje».

El candidato del Centro Democrático dijo que «jamás» ha recibido información de inteligencia obtenida por vía ilegal, como la que podría haberle suministrado Sepúlveda para torpedear los diálogos de paz que se celebran en Cuba.

«Siempre he estado dentro de la legalidad, no tengo que recurrir a nada distinto de la ley para poder fijar mis posiciones», afirmó.

Zuluaga, pupilo del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), líder de la oposición a Santos, agregó que le gustaría también que el presidente-candidato dijera la verdad al país con respecto a las denuncias de que el publicista J.J. Rendón, hasta comienzos de mes asesor de su campaña, recibió 12 millones de dólares de narcotraficantes en 2011 por una frustrada intermediación ante el Gobierno para someterse a la Justicia.

 
 

«Yo ya le expliqué al país», dijo Zuluaga sobre su escándalo, y agregó: «Quisiera que usted tuviera esa misma actitud frente a la denuncia real de los 12 millones de dólares. ¿Por qué no aprovechamos y le explica al país lo que ocurrió?».

Santos contestó que Uribe, quien denunció la «hipótesis» de que Rendón haya aportado 2 millones de dólares a su campaña de 2010 para cubrir deudas, insinuando que ese dinero puede provenir del narcotráfico, lo acusa sin pruebas.

«A mi campaña no entró un solo peso del narcotráfico. Yo con los narcotraficantes ni negocio ni hablo. Los someto a la Justicia, los capturo y los meto a la cárcel y si se resisten, los doy de baja», respondió Santos.

El presidente agregó que Uribe «no ha mostrado las pruebas» de la acusación contra su campaña «porque no las puede mostrar, porque el hecho no existió».

«Se ha vuelto un deporte nacional de esa extrema derecha hacer acusaciones sin fundamentos, dejar el manto de duda y nunca presentar las pruebas», agregó.

Santos recordó que Uribe ha sido «emplazado en todas las formas para que semejante acusación se las muestre al país, se las muestre a la Fiscalía», sin que hasta ahora lo haya hecho.

 
 

El debate subió en temperatura, a tal punto que el presidente le dio a entender a Zuluaga que era un títere del ex presidente Álvaro Uribe.

Visiblemente molesto, Zuluaga le exigió a Santos respeto y le recordó que ambos habían trabajado en el gobierno de Uribe.

«Serénese», le dijo Santos, quien con ironía le agregó que se le estaba pegando el carácter fuerte de Uribe.

 

Las FARC

Los rivales del presidente-candidato cuestionaron con matices el proceso de paz con las FARC y lo que consideran el uso político de los diálogos.

El más crítico en este sentido fue Peñalosa, quien dijo que Santos ha puesto en la campaña los diálogos de paz con las FARC, que se llevan a cabo en La Habana desde noviembre de 2012, para tapar las fallas de su Gobierno en otros asuntos.

«Es una lástima que las negociaciones en La Habana se utilicen para las campañas. Es de lo que habla Santos para distraer lo que no ha hecho en salud, carreteras…», expresó el candidato de los verdes.

 
 

Peñalosa dijo que la Alianza Verde respalda los diálogos en Cuba, «pero es preocupante un cese el fuego de ocho días como para ayudar al presidente Santos», en referencia a la tregua unilateral declarada por las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) entre el 20 y el 28 de mayo para que los colombianos puedan votar con tranquilidad el día 25.

El candidato de la Alianza Verde consideró que «no es ético eso en plena campaña electoral», y también atacó la actitud radical de Zuluaga, de endurecer las condiciones a las FARC para seguir negociando.

 

Según Peñalosa, con exigencias como la de un cese el fuego unilateral permanente a las FARC, Zuluaga «lo que va a hacer es acabar con las negociaciones y que no haya posibilidad de llegar a un acuerdo paz en los próximos años».

A su turno, Zuluaga, dijo que es partidario de la paz, pero no una que esté basada en la impunidad de los crímenes de la guerrilla, sino en una «que respete la ley».

«La paz no puede complacer a las FARC, se necesita la Justicia Social para todos los colombianos», manifestó el aspirante uribista, quien insistió en que aunque es partidario de reducir las penas a los guerrilleros, «los que cometieron crímenes atroces tienen que ir a la cárcel y tampoco pueden ser elegibles políticamente».

Sus críticas encontraron eco en la conservadora Ramírez, quien dijo que si las FARC tienen realmente voluntad de paz, tienen «que suspender el reclutamiento de niños y acciones terroristas contra la población civil».

 
 

«Sin seguridad y justicia no hay paz», enfatizó la candidata del Partido Conservador.

Santos, por su parte, defendió los avances de las negociaciones en Cuba, en los que se han alcanzado ya tres acuerdos sobre tierras, participación política y drogas ilícitas, y subrayó sudeterminación a llevar el proceso adelante.

«Con las FARC vamos a acabar con el narcotráfico. Vamos a seguir perseverando así los enemigos ataquen el proceso», dijo el presidente-candidato, quien recordó que, a pesar de las críticas que recibe, ha sido quien más golpes ha dado a esa guerrilla, primero como ministro de Defensa y luego como presidente.

«He sido el peor enemigo que han tenido las FARC, pero no quiero más viudas, más huérfanos, quiero terminar la guerra lo más pronto posible», enfatizó.

De los rivales de Santos, la más conciliadora fue López, del izquierdista Polo Democrático Alternativo, quien reconoció que el proceso avanza aunque le introduciría unos cambios, como negociar un cese el fuego bilateral y agregar una mujer al equipo negociador del Gobierno.

«La paz debe ser una política de Estado no de partido», manifestó la candidata de la izquierda, quien concluyó que este valor «es una necesidad» y en un eventual gobierno suyo la sacará adelante.

 

Venezuela

A su turno, Zuluaga dijo que si llega al poder no tendrá «un silencio cómplice» con el Gobierno de Venezuela, del que dijo que alberga terroristas colombianos.

Zuluaga reafirmó la tesis del uribismo de que Venezuela alberga «grupos terroristas colombianos», en alusión a la supuesta presencia consentida de guerrilleros de las FARC.

 
 

«Venezuela no es una democracia», dijo Zuluaga, quien instó al Gobierno del presidente Nicolás Maduro a que siga los «valores y principios democráticos».

«Firmeza en las relaciones para combatir el terrorismo y el narcotráfico como enemigos de la democracia y exigirle a Venezuela que cumpla los valores democráticos de la carta de la OEA», reclamó el aspirante del Centro Democrático.

A su turno, Santos defendió la postura de su Gobierno en política exterior en general y ante Venezuela en particular, y dijo que se ha ejercido «una diplomacia con prudencia, pero con firmeza» que le han permitido conseguir resultados «muy buenos».

Santos recordó: «hace cuatro años estábamos al borde de la guerra con Venezuela, con Ecuador», refiriéndose a las tensas relaciones del anterior Gobierno con sus vecinos, y añadió que Colombia era «la oveja negra de la región», pero que eso cambió radicalmente en su Gobierno.

Una postura crítica similar a la de Zuluaga expresó Peñalosa, al señalar: «no podemos quedarnos callados frente al deterioro de la democracia en Venezuela».

 
 

Peñalosa reconoció, sin embargo, que Colombia necesita «las mejores relaciones con Venezuela», país con el que tiene un gran intercambio comercial y que además es uno de los «acompañantes» en los diálogos de paz que el Gobierno de Santos y las FARC desarrollan en Cuba.

Más comedida fue la aspirante López, quien resaltó el hecho de que Colombia forme parte del grupo de países suramericanos que está propiciando diálogos entre el Gobierno de Maduro y la oposición en Venezuela.

 

En cambio, Ramírez cuestionó esa participación colombiana pues, en su opinión, el diálogo del Gobierno y la oposición es para «bajarle el tono» a las protestas en Venezuela.

Al finalilzar el debate, el presidente Santos le ofreció el prendedor que llevaba con forma de paloma de la paz a Zuluaga, quien la recibió sellando la discusión con un apretón de manos.

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