Resistencia a antibióticos de remota tribu venezolana preocupa a científicos
Miami, Estados Unidos | AFP | Los yanomamis, una remota tribu en el Amazonas venezolano, parecen ser resistentes a los antibióticos modernos incluso aunque sus miembros casi no han tenido contacto con el mundo exterior y nunca han estado expuestos a estos fármacos.
Los yanomamis son una tribu seminómada de cazadores-recolectores que viven en la jungla del Amazonas venezolano. Luego de que en 2008 un helicóptero militar divisara una aldea nunca antes identificada, un equipo de médicos venezolanos acudió al lugar y tomó muestras fecales, cutáneas y bucales de 34 de sus miembros.
Para proteger su privacidad, el nombre y la ubicación del poblado no se dio a conocer.
Los científicos hallaron que el microbioma –la comunidad de bacterias, hongos y virus que viven en el cuerpo humano– de los yanomamis es mucho más diverso que el microbioma de, por ejemplo, comunidades rurales venezolanas u otros grupos con una exposición limitada a los fármacos.
Este pueblo remoto vive en condiciones relativamente sanas, lo cual puede deberse a que su microbioma «contiene posiblemente el nivel más alto de diversidad bacteriana que se ha registrado hasta la fecha en un grupo de seres humanos», señala el estudio publicado en la revista Science Advances.
Si bien los yanomamis tienen camisetas, machetes y latas de metal, lo cual sugiere que existe cierto contacto con la civilización, no han estado expuestos a muchos elementos de la vida contemporánea que pueden reducir la cantidad de microbios en el cuerpo humano, como alimentarse de comidas procesadas, tomar antibióticos, desinfectarse las manos y dar a luz a través de cesáreas, dijeron los científicos.
Y algunos microbios parecen tener un efecto protector en la salud: por ejemplo, ayudan a evitar la formación de cálculos en los riñones.
Esta tribu vive en pequeñas aldeas en un área tan remota que sólo se puede llegar por helicóptero o tras varios días de viaje en canoa.
Los investigadores no hallaron en los yanomamis que pudieron ver señales de obesidad o desnutrición. El pueblo se alimenta de pescado, ranas, insectos, plátanos y tubérculos, dijo María Gloria Domínguez Bello, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.
No obstante, no se tomaron muestras de los alimentos y bebidas de la tribu, lo cual podría haber revelado mucho sobre cómo alcanzaron este alto nivel de flora intestinal.
«Me encantaría volver a la comunidad, ahora que sabemos lo que sabemos», comentó.
– Una alarmante resistencia –
Los científicos esperaban hallar alguna resistencia a los antibióticos en la población yanomami, debido a que estos genes resistentes han existido en las bacterias del suelo desde hace millones de años o más, de modo que tiene sentido que tales genes migren junto a las personas incluso sin necesidad de que se utilicen antibióticos.
Pero lo que sorprendió al equipo fue el descubrimiento de que los indígenas yanomami tienen casi 30 genes resistentes a los antibióticos que antes eran completamente desconocidos por la ciencia.
Incluso más: estos genes son resistentes a algunos de los antibióticos sintéticos más recientemente desarrollados en el mundo.
«Fue alarmante para nosotros encontrar genes que podrían desactivar estos modernos fármacos sintéticos en la población yanomami», dijo el coautor del estudio Gautam Dantas, de la Escuela de Medicina de Washington.
«Vemos esto como una evidencia más de que la resistencia a los antibióticos es de hecho una característica natural del microbioma humano, pero que puede ser activada y amplificados hacia una resistencia aún mayor después del uso de antibióticos», dijo en una conferencia de prensa.
La era moderna de los antibióticos comenzó en los años 1940, cuando la penicilina rápidamente se transformó en una medicina muy usada. En las décadas siguientes, se descubrieron y comercializaron muchos otros tipos de antibióticos.
Pero el uso generalizado de antibióticos entre la gente y el ganado ha preocupado a la comunidad científica y se teme que se acerque el momento en que estos fármacos dejen de funcionar en lo absoluto, lo cual volverá fatales las infecciones que hoy día son tratables.
Esta investigación sobre los yanomamis «hace hincapié en la necesidad de acelerar la investigación de nuevos antibióticos, porque de otro modo perderemos la batalla contra las enfermedades infecciosas», dijo Dantas.