Piñera se da baño de patriotismo en pleno epicentro del conflicto con Bolivia - 800Noticias
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EFE

Delante del muelle histórico de la ciudad de Antofagasta, en el norte de Chile, epicentro de los conflictos territoriales con Bolivia, el presidente Sebastián Piñera se dio este martes un baño de multitudes y patriotismo apenas 24 horas después del favorable fallo de La Haya.

Bajo innumerables banderas de Chile, con el océano Pacífico de fondo y en un particular lugar histórico, el mandatario chileno gozó este martes del reconocimiento de la ciudadanía después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) concluyera el lunes que no hay obligación de Chile de negociar una salida al mar con Bolivia.

La mesura con la que el Ejecutivo chileno tomó la decisión de la CIJ, de 12 votos contra 3 a su favor, esta mañana se convirtió en júbilo y algarabía, himnos y banderas, y una jornada de patriotismo engalanada con colores rojo, blanco y azul de la bandera.

Piñera volvió a ser cauteloso con sus palabras y no fue mucho más allá de repetir el discurso de las últimas 24 horas del Gobierno de abrir los brazos y dialogar con el país vecino, aunque advirtió que si el presidente Evo Morales «insiste en un camino equivocado», ese diálogo «se hace difícil».

Declaraciones que fueron aclamadas por los varios cientos de personas que se congregaron en el barrio histórico de Antofagasta, justo frente al muelle antiguo de la ciudad, lugar simbólico que pareció cerrar este martes un capítulo entre ambos países que comenzó el 14 de febrero de 1879.

Más de un siglo atrás, cuando Antofagasta era aún territorio costero del Estado de Bolivia, esa estructura de madera que se adentra en las frías aguas del Pacífico sirvió a los soldados chilenos para desembarcar en el inicio de la Guerra del Pacífico.

Un conflicto (1879-1883) que involucró a Chile contra el país andino y Perú, y que a la postre extendió los límites del país y privó a Bolivia de tener salida al mar y quedar como un país mediterráneo.

Este hecho, que fue rubricado por ambos países en 1904 en el Tratado de Paz, ha supuesto desde entonces para el país vecino un intento para recuperar las costas que antaño les pertenecieron y que desde 2013, con una demanda marítima presentada contra Chile en La Haya (Países Bajos), pretendían recuperar.

La intención del Gobierno de Morales era que la CIJ dictará un fallo que obligará al país suramericano a negociar ese acceso al océano Pacífico.

La CIJ desestimó todos los argumentos de Bolivia, de que Chile había ofrecido varias veces negociar ese acceso y no había cumplido, y determinó que se trataba de conversaciones que no generaron obligaciones jurídicas.

La decisión del tribunal internacional mermó las aspiraciones de los demandantes y rubricó los alegatos de defensa con base al derecho internacional de los demandados.

Una confirmación para Chile que se pudo observar este lunes en Santiago con las declaraciones del mandatario chileno desde el Palacio de La Moneda, arropado por parte del Ejecutivo, y que este martes volvió a expresar en la urbe norteña, unos 1.400 kilómetros de distancia de Santiago, donde mostró su alegría y satisfacción.

Desde el mismo momento en que el avión de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) aterrizó en las áridas tierras antofagastinas, el orgullo por la reafirmación de que la región seguiría siendo chilena se percibía en la misma base aérea.

Más aún cuando el mandatario llegó al centro de la ciudad, saludó a los presentes y se tomó unos segundos para ubicarse frente a la bandera de Chile, girarse y observar por un momento el océano.

Gesto reconocido por aquellos que se habían acercado a felicitar la gestión del Gobierno en el conflicto jurídico internacional con Bolivia.

Un acto que el presidente concluyó, antes de volver a Santiago en la misma jornada, flameando una gran bandera de Chile en la tarima y saludando a los pescadores y marineros que se habían citado en las aguas chilenas para apoyar al presidente con banderas y cánticos.

Un encuentro que parece dejar claro, al menos por el momento, ya que el presidente Morales criticó  de nuevo el fallo de la CIJ y reiteró que esto «no se ha terminado», que Antofagasta quiere seguir siendo Chile.

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