ONU impone embargo de armas a hutíes en Yemen y les exige una retirada - 800Noticias
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Nueva York, Estados Unidos |AFP. El Consejo de Seguridad de la ONU incrementó este martes la presión sobre los rebeldes chiitas hutíes en Yemen, a los que impuso sanciones, incluido un embargo armamentístico, y les exigió una retirada.

Irán, aliado de los hutíes, propuso por su parte, mediante su canciller de visita en Madrid, un alto el fuego y un posterior diálogo, para formar un gobierno de unión nacional.

«He propuesto un alto el fuego, seguido de un diálogo incluyendo a todas las partes y facilitado por terceros», declaró el canciller, Mohamad Javad Zarif.

Cientos de ciudadanos estadounidenses y sus familiares escaparon de Yemen en buques extranjeros, uniéndose al éxodo de gente aterrorizada por los intensos bombardeos aéreos contra los rebeldes chiitas, dijo un funcionario estadounidense el martes.

Buques indios, coreanos y rusos los transportan desde Yemen a través de un estrecho canal del Mar Rojo de solo 30 km de ancho a Yibuti, en el Cuerno de África.

Pero en la sede de Naciones Unidas la resolución sobre Yemen, presentada por Jordania y los países árabes del Golfo, fue aprobada por 14 de los 15 miembros del Consejo. Rusia se abstuvo en la votación pero no hizo uso de su derecho de veto.

La resolución demanda «a todas las partes» en conflicto negociar en el menor tiempo posible un «rápido cese» de las hostilidades en Yemen.

Los miembros del Consejo de Seguridad no exigen a la coalición árabe que combate a los hutíes suspender los bombardeos aéreos que comenzó a realizar hace tres semanas, y en cambio exige a los rebeldes que cedan todo su territorio, incluida la capital, Saná, y que se avengan a negociar.

Estados Unidos pidió inmediatamente a Irán que respete ese embargo de armas contra los hutíes. El Departamento del Tesoro anunció igualmente sanciones contra el principal líder huti, Abdil Malik al Huthi, y a su principal patrocinador, Ahmed Ali Saleh, hijo del ex presidente Ali Abdula Saleh.

Esta resolución es la primera decisión concreta del Consejo desde el inicio de la ofensiva contra los hutíes lanzada por Arabia Saudí y sus aliados, el 26 de marzo, mientras la situación humanitaria en el país se degrada día a día.

El responsable de derechos humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Husein, exigió una investigación a causa del elevado número de civiles muertos en la contienda, al menos la mitad de las 736 muertes oficialmente identificadas.

Sobre el terreno, Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA) anunció en un comunicado la muerte de uno de sus mayores ideólogos, Ibrahim al Rubaish, el lunes en un ataque de dron perpetrado, supuestamente, por Estados Unidos.

El comunicado se refería aparentemente al ataque de un dron que mató a seis personas en el sureste de Yemen.

Tras haber conquistado la capital, Saná, así como regiones del norte, centro y oeste del país, los rebeldes y sus aliados amenazan las últimas posiciones en el sur de los partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, refugiado en Arabia Saudí.

Por otro lado, combatientes de tribus locales sunitas se hicieron con la única terminal de gas del país, situada en Belhaf (sur) y la empresa explotadora, Yemen LNG, anunció la suspensión de todas sus actividades.

Los aviones sauditas continuaron bombardeando posiciones rebeldes en Adén, donde Hadi se refugió antes de huir del país.

– Apoyo por favores –

La intervención arabo-sunita del 26 de marzo llegó en un momento en que ya se producían combates diarios entre partidarios y adversarios del jefe del Estado. El conflicto tiene dimensiones locales, regionales, políticas, confesionales y tribales.

Generalmente, las tribus locales sunitas del sur son hostiles a los hutíes, rebeldes chiitas del norte, pero debido a los cambios de bando corriente en Yemen, nadie puede asegurar que esas tribus apoyan aún al jefe de Estado en el exilio. Ese apoyo a menudo se ha basado en favores o pagos.

Los combates también proseguían en el sur, en la provincia de Lahj, donde murieron 16 rebeldes.

En el complejo entramado de alianzas y ambiciones regionales, AQAP se enfrenta a los chiitas, aunque al mismo tiempo es un grupo perseguido por Arabia Saudita y sus aliados.

Ante la petición de la ONU de crear un corredor humanitario en Yemen, el jefe de la coalición árabe, Ahmed Asiri, aseguró que esa era una pregunta «para quienes matan a ciudadanos yemeníes», y acusó a los rebeldes de dificultar su tarea a los equipos de salvamento.

 

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