Fedeagro pide que fije el precio del maíz blanco - 800Noticias
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Economía

Dulce María Rodríguez

Tres meses después de iniciarse la zafra y cuando ya prácticamente está por culminar, los agricultores desconocen cuánto vale su maíz blanco y no pueden venderlo a la industria procesadora de harina precocida, situación que pone en riesgo la supervivencia de la materia prima para preparar las arepas, principal alimento de los venezolanos, advierte Fedeagro.

El retraso en la fijación del precio entorpece el normal flujo que debe tener la cosecha hacia la agroindustria, en momentos en donde se ha informado sobre la paralización de la producción de harina precocida tras el agotamiento de los inventarios de maíz.

Para Fedeagro, la no fijación del precio oficial del maíz de parte del gobierno resulta inexplicable, toda vez que semanas atrás se informó que agroindustria y productores aceptaron que el monto a pagar por kilo de maíz arrimado es de 243 bolívares; precio que representa un sacrificio para los agricultores pues está por debajo del que esperaban obtener, pero que asumen como contribución para reducir el impacto que pudiera tener el ajuste.

Asegura que la fijación de un precio por debajo del monto previsto por las partes decretaría la muerte del rubro, pues dejaría a los productores sin margen de maniobra para hacer frente al próximo ciclo de siembra, agravando la dependencia de las importaciones de maíz como mecanismo para satisfacer la demanda nacional.

“Tal como lo refiere la Ley de Precios Justos, solicitamos la fijación de un precio que garantice la rentabilidad de una actividad lícita de comercio”, señaló Antonio Pestana, presidente de Fedeagro.

Recordó que la producción nacional apenas genera 30% del maíz blanco que requiere el país, por lo que considera  urgente acometer acciones inmediatas que permitan la recuperación de la producción, unica vía para combatir la escasez y el desabastecimiento.

Fedeagro indicó que otorgar a los agricultores el precio justo por su cosecha pasa por el necesario ajuste de la harina precocida de maíz, que de acuerdo con las estimaciones del sector debería fijarse en 770 bolívares el kilo, monto que garantizará el abastecimiento de uno de los alimentos más importantes en la dieta del venezolano y que permitirá a los consumidores adquirir el producto a un precio menor al que se han visto obligados a pagar como consecuencia de la escasez.

“La única manera de combatir la escasez y la especulación es con el incremento de la producción nacional garantizando la adecuada rentabilidad a todos los eslabones de la cadena”, aseguró Pestana.

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