Exreo de Guantánamo refugiado en Uruguay: «A EE.UU. no le importa mi vida» - 800Noticias
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EFE

Jihad Diyab, el exrecluso del penal de Guantánamo (Cuba) refugiado en Uruguay que realiza una huelga de hambre, declaró hoy que al Gobierno de EE.UU «no le importa» su vida y que lo único que quiere es «lavarse las manos», al tiempo que anunció que dejará nuevamente de ingerir líquidos el próximo lunes.

Así lo afirmó en una conferencia de prensa que brindó y en la que se comunicó en árabe e inglés, a través de dos traductores que transmitían sus declaraciones a los periodistas.

El exrecluso de origen sirio, que mantiene una huelga de hambre desde hace unos «50 días», aseguró que los Gobiernos de EE.UU. y Uruguay «están dilatando y comprando tiempo», algo que lo afecta a él y a su familia.

«Todo esto me ha llevado a tomar la decisión de entrar en huelga de hambre y la tomo, no por tratar de causar problemas a ambos Gobiernos, lo que veo es que las puertas se están cerrando y no veo una opción que vaya a resolver lo que tanto anhelo y quiero: mi familia, que estemos juntos y viviendo una vida normal», aseveró Diyab.

Durante la conferencia, el sirio se refirió a lo que ha pasado durante los dos años que lleva como refugiado en Uruguay, así como los últimos meses en Guantánamo, las reuniones que mantuvo con las autoridades de Uruguay y la guerra en Siria.

En este sentido, Diyab aseguró que un asesor del expresidente Mujica, José «Chacha» González, fue quien le confirmó que al llegar al Uruguay se reencontraría con su familia, para lo que firmó un acuerdo con las autoridades.

«Si Uruguay no respetó esa primera promesa de que mi familia iba a estar aquí, entonces no confío en el Gobierno» uruguayo, que según él le «prometió» soluciones y «hasta ahora» no ve «nada claro, solo palabras».

Por otro lado, Diyab expresó su deseo de que EE.UU. captara su mensaje, en el que afirma que ese país «está controlando» las vidas de todos los exreclusos del penal y de sus familias, «aún después de haber salido de Guantánamo«, «algo que no debe continuar».

«Lo que EE.UU. está haciendo es crear enemigos, algo que no les sirve a ellos ni a nosotros, que somos denominados enemigos», aseguró a través de sus intérpretes.

Por otra parte, Diyab explicó que no entiende por qué países como Turquía, Catar y Líbano no lo aceptan.

«No quiero ir a causar problemas, lo que quiero es ir donde se encuentra mi familia», aseguró.

«Son mis tradiciones, mis costumbres y las quiero practicar», aseguró el expresidiario, que a mediados de junio y a fines de julio se presentó en el consulado de Caracas, Venezuela, donde pidió apoyo para encontrar un país diferente a Uruguay que lo pudiera realojar.

Sin embargo, a la salida de dicha sede diplomática fue detenido por las autoridades venezolanas y deportado a Uruguay semanas después.

Sobre este hecho también se refirió durante la conferencia y expresó que, durante su estadía en ese país, los «medios de comunicación empezaron a tener un papel» que, según él, le causó «mucho daño», al repetir cosas «absolutamente falsas».

En este sentido, Diyab se refirió a la información que circuló en el momento de que «un terrorista» estaba en Brasil, «especialmente antes de la Olimpíada», algo que, a su parecer, «hasta puso en peligro» la organización de los juegos de Río de Janeiro.

«Los medios están haciendo exactamente lo que Estados Unidos quiere», aseguró.

Con respecto a su salud, Diyab anunció que retomará la huelga seca, postura que ya tomó anteriormente y que mantuvo durante dos semanas, y, esta vez, explicó que no aceptará ser intervenido por los médicos ni ser hidratado de forma forzosa.

«Quiero tener una vida normal, quiero una vida simple, común y corriente. Quiero vivir con dignidad», afirmó el exreo, que junto a otros tres sirios, un tunecino y un palestino fue acogido en Uruguay a fines de 2014 como parte del acuerdo entre el expresidente José Mujica de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el plan de cierre del penal de Guantánamo (Cuba).

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