Crónica | Los más pobres acompañan a la oposición en su epopeya para derrocar a Maduro - 800Noticias
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EFE

Motivados por el hambre o la falta de agua, los venezolanos que viven en las barriadas más pobres de Caracas se unieron a los cientos de miles que marcharon este miércoles en todo el país en la epopéyica movilización opositora que busca, esta vez con una ferocidad mayor, derrocar al presidente Nicolás Maduro.

El respaldo tan vehemente que han mostrado las favelas caraqueñas a la causa opositora en los últimos tres días es inédito y responde principalmente a la rabia de sus pobladores ante una crisis económica que recrudece sus efectos cada día sin que el chavismo gobernante tome correctivos eficaces.

Por eso, miles de ellos bajaron de las favelas y aumentaron el caudal humano que este miércoles se dejó ver en los cuatro puntos cardinales de Caracas para pedir el fin de la llamada revolución bolivariana y denunciar a Maduro como un mandatario «ilegítimo».

En el entendido oficialista de que todos los pobres le respaldan, estos excepcionales opositores transgredieron la norma e impusieron su sello en una manifestación que, como de costumbre, contó con mayor concurrencia en las zonas clase media de Caracas, consideradas bastiones del antichavismo.

Su protesta no es nueva, pues llevan dos noches consecutivas sonando cacerolas desde el interior de sus casas o saliendo a las calles hasta la madrugada para gritar los problemas que les aquejan y que los animaron hoy a emocionarse cuando el líder del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamó «presidente encargado» del país.

Aunque varios de ellos reconocen no manejar a profundidad la denuncia de ilegitimidad que pesa contra Maduro por parte del Legislativo y de buena parte de la comunidad internacional, todos coinciden en el deseo que se produzca un cambio de Gobierno en Venezuela con la esperanza de un mejor futuro.

«Todos queremos un cambio nuevo porque ya estamos cansados de esto (…) yo soy del barrio, todos somos del barrio, bajó la barriada, estamos cansados de esto, queremos una libertad, queremos un país nuevo, mejor para todos», dijo a Efe Carlos Saya, que reside en la barriada caraqueña de Petare, la favela más grande de Latinoamérica.

El joven de 28 años reiteró que en las llamadas zonas populares «todos» están descontentos y quieren un nuevo gobierno pues, agregó, Maduro -que cuenta con el reconocimiento de los jerarcas de todos los poderes públicos excepto el Legislativo- es «ilegítimo».

Un sentimiento similar empujó este miércoles a la calle a la docente Karian Cotes, residente de otra barriada caraqueña, que contó a Efe sobre los «tiroteos» que ha habido en su comunidad en las últimas horas, en medio de las protestas antigubernamentales que se han registrado de noche.

«La gente ha salido a protestar porque de verdad ya no aguantamos a este Gobierno de Nicolás Maduro (…) no quiero que mis jóvenes bachilleres que quiero mucho pasen este trabajo, y tengan un gobierno de libertad», dijo la profesora conmovida hasta las lágrimas.

La «ruta» planteada por el Parlamento, de contundente mayoría opositora, prevé el «cese de la usurpación» en la Presidencia de la República, crear las condiciones para instalar un «Gobierno de transición» y convocar posteriormente a «elecciones libres» pero sus seguidores más pobres la resumen de esta manera: «Que se vaya Maduro».

Ese sentimiento lo expresaron hoy hasta el cansancio con decenas de consignas que sirvieron también para denunciar la escasez de alimentos y medicinas, el deterioro de los hospitales y el transporte público o el éxodo en medio de la crisis que se calcula en unos cuatro millones de migrantes en los últimos cinco años.

Al menos dos personas perdieron la vida ayer en medio de protestas nocturnas en otra barriada caraqueña y el total de fallecidos desde que empezó la semana en todo el país es de ocho, según fuentes oficiales.

El joven Cherman Comendador dijo que la gente está manifestándose en las zonas pobres no por ideales políticos «sino por la mala situación» que viven, por lo que espera que Venezuela celebre elecciones «libres» pues, al igual que numerosos países, tildó de fraudulentos los comicios en los que Maduro fue reelegido.

«Ayuden a los venezolanos a salir de esta situación tan paupérrima», agregó el estudiante de Derecho en una suerte de mensaje a la comunidad internacional.

La española Ana María Serra, de 78 años, también marchó y recordó que tiene más de 50 años viviendo en Venezuela por lo que pidió a la Unión Europea y especialmente a España, donde tiene a un hijo «exiliado», que apoye el cambio de régimen en el país.

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