Bolivia responde a Chile con una «contrademanda» por uso de aguas del Silala - 800Noticias
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EFE

El Gobierno de Evo Morales respondió hoy a la decisión de Chile de demandar a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por el uso de las aguas del Silala con el anuncio de una «contrademanda» por lo que considera un robo y utilización abusiva del recurso hídrico.

El anuncio fue realizado por el presidente Morales, quien aseguró que para su país «no es ninguna sorpresa» la demanda, con la que Chile busca que el tribunal de la ONU determine si el Silala es un río internacional cuyas aguas deben compartir ambos países.

«Bolivia va a presentar una contrademanda. ¿Cuál es el argumento para la contrademanda? Para entender en términos populares, nos roban, usurpan, usufructúan nuestras aguas del Silala y nos demandan», sostuvo el gobernante en una rueda de prensa en la región de Cochabamba (centro).

Resaltó, además, el hecho de que Santiago no ponga en duda en esta ocasión la competencia de la CIJ para tratar el tema, como ocurrió con la demanda presentada en 2013 por su Gobierno sobre la centenaria reclamación marítima boliviana.

La disputa entre Chile y Bolivia sobre las aguas del Silala es antigua, pero hasta el momento se había mantenido en un segundo plano frente a la demanda boliviana de la restitución del acceso soberano al mar perdido en una guerra en 1879.

El tema cobró relevancia tras el anuncio de Morales el pasado 23 de marzo sobre una nueva demanda que presentará su país ante la CIJ contra Chile por el uso «abusivo» de las aguas del Silala.

Bolivia defiende que el Silala, en la región andina de Potosí (suroeste), son manantiales o vertientes que fluyen a Chile por canales artificiales construidos en 1908 para el aprovechamiento de la empresa chilena Bolivian Antofagasta Railway.

Las autoridades bolivianas ha exigido varias veces una compensación económica al Gobierno chileno y a empresarios del norte de esa nación por el uso del recurso hídrico, y calculan en 1.000 millones de dólares la deuda por el consumo de esas aguas durante más de 100 años.

En 2009, ambos países estuvieron a punto de llegar a un acuerdo por el que Chile debía compensar a Bolivia por la mitad del uso de las aguas, mientras se estudiaba una definición de la controversia.

No obstante, el acuerdo fracasó y ambas naciones se culpan mutuamente por ello.

Chile se anticipó a Bolivia el lunes en la demanda ante la CIJ por el caso, en busca de un fallo que establezca si el Silala es un río internacional, como defienden las autoridades chilenas.

La acción impulsada este lunes por el Gobierno de Michelle Bachelet también tiene por objeto «impedir cualquier acción por parte del Gobierno de Bolivia, en un contexto de crecientes amenazas, que pudiera impedir el flujo de esas aguas», afirmó en una entrevista con Efe en Santiago el canciller chileno, Heraldo Muñoz.

Según Morales, para Bolivia, «no está en debate» si el Silala «es río o no es río internacional» y ratificó la posición de su Gobierno de que se trata de manantiales que fluyen artificialmente hacia el país vecino.

El gobernante aseguró que Chile ha reconocido «en varias oportunidades» que en 1908 pidió a Bolivia una concesión para el uso del recurso hídrico para sus locomotoras y que ese permiso fue revocado en 1997, año a partir del cual el país vecino «usurpa y usufructúa ilegalmente las aguas del Silala».

Morales manifestó que su país confía en los tribunales internacionales y que tiene «todos los argumentos» para responder a la demanda chilena que, según dijo, puede deberse a cuestiones coyunturales o «políticas».

Recordó que el Ejecutivo boliviano creó el Consejo de Defensa de los Manantiales del Silala y todos los Recursos Hídricos en la Frontera con Chile, que se hará cargo del asunto bajo la conducción del exsenador oficialista René Martínez.

Políticos oficialistas y opositores criticaron por igual la acción chilena y convocaron a la unión de los bolivianos para responder a la misma.

El presidente del Senado boliviano, el oficialista José Alberto Gonzales, ironizó con que su país debería considerar «seriamente» condecorar al canciller Muñoz porque, según dijo, él «ha tenido un gesto muy noble y digno con Bolivia» y le facilitó el «trabajo» en cuanto a la defensa del Silala.

Agregó que cabe preguntarse sobre los motivos por los que Chile decidió acudir «a ese mismo tribunal que hasta hace un año desconocía».

El líder opositor Samuel Doria Medina sostuvo que la demanda chilena «no tiene sentido», ya que ese país aprovecha las aguas del Silala sin dar beneficio alguno a Bolivia.

«Todos unidos tendremos que ver la mejor respuesta a esa demanda (…) Lo que nadie puede negar es que esas aguas las venden en Chile, las utilizan empresas, generan un negocio y se benefician solamente los chilenos y no se beneficia Bolivia», señaló.

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