Aumentan a 52 los civiles y rebeldes muertos en bombardeos en Alepo - 800Noticias
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EFE

Al menos 33 civiles y 19 rebeldes murieron en bombardeos aéreos y por el disparo de proyectiles el martes en la ciudad siria de Alepo, en el marco de la lucha entre las facciones opositoras y el régimen, según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La mayoría de los civiles, en total 24, perecieron en los distritos de Al Sajur y Tariq Al Bab, en el este de la ciudad y bajo el control de la oposición armada, donde también resultaron heridas decenas de personas.

El Observatorio no pudo precisar si los aviones autores de estos ataques pertenecían al Ejército de Siria o al de Rusia, aliado del régimen de Damasco.

Otras nueve víctimas mortales civiles -entre ellas seis miembros de una misma familia- se registraron en los barrios de Saladino y Al Forqan, ubicados en el sector oeste de Alepo y en manos de las autoridades, donde impactaron proyectiles disparados por los insurgentes.

Además, diecinueve combatientes de facciones rebeldes islámicas perdieron la vida en ataques aéreos lanzados por aviones de guerra rusos.

Esos bombardeos se registraron en el corredor abierto por los rebeldes que une la zona de las academias militares con los barrios del este de Alepo, en la zona de Al Ramusa.

Los bombardeos prosiguieron hoy en los distritos opositores de Al Halak, Al Sajur, Al Sheij Saad y Al Ramusa, en el este de Alepo.

Por su lado, los insurgentes volvieron a disparar proyectiles contra las zonas controladas por el Gobierno sirio de Nuevo Alepo y Saif al Daula, lo que causó heridas a varios civiles.

La aviación también tuvo como blanco áreas del sur y el suroeste de Alepo, donde prosiguen los enfrentamientos entre las tropas sirias y la oposición armada.

Entre los grupos rebeldes que combaten figuran el Frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda) y el Partido Islámico del Turquestán.

Las tropas sirias, por su parte, luchan apoyadas por milicianos sirios, y de nacionalidades árabes y asiáticas.

La ciudad de Alepo se la disputan las fuerzas de Damasco y los rebeldes desde el verano de 2012, cuando los insurgentes conquistaron amplias áreas de la urbe, la segunda de Siria y una de las más castigadas por el conflicto que se inició en marzo de 2011.

Los principales frentes de batalla a día de hoy se sitúan en la periferia de la zona industrial de Al Ramusa y en las afueras de los barrios de Al Zahra, Al Yaberiya y Al Suleimaniya, en el norte, donde se encuentran las vías de suministros de la oposición y del régimen, respectivamente.

La violencia y los intentos por cercar las zonas rivales están agravando la situación humanitaria, según han denunciado las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en los últimos días.

Ayer, la Comisión de la ONU que investiga los crímenes perpetrados en más de cinco años de guerra en Siria aseguró que unos 100.000 niños que se encuentran en las zonas opositoras del este de Alepo pueden convertirse en víctimas de la estrategia utilizada en el pasado por el régimen de «rendirse o morir».

Por su parte, el presidente del CICR, Peter Maurer, denunció hace dos días que en Alepo se está dando «uno de los conflictos urbanos más devastadores de los tiempos modernos», y pidió a los bandos rivales que permitan el acceso de ayuda humanitaria a todas las partes de la urbe.

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