Una rápida visión de la historia de los aceites esenciales
800 Noticias | Foto: Referencial
Desde sus inicios, el ser humano ha aprovechado los bienes que nos brinda la naturaleza para su beneficio y uno de esos primeros bienes seguro que fueron las plantas, aromáticas o no en sus inicios.
Desde miles de años antes de Cristo, desde la prehistoria, todas las culturas han realizado un uso de las plantas con fines medicinales. Los humanos, gracias a su capacidad de observación, fueron reconociendo las diferentes propiedades de las plantas, algunas aromáticas y otras terapéuticas.
En una primera época, los humanos recolectaban las plantas según sus necesidades, para después ya cultivar algunas y comenzó el cultivo de plantas para fines medicinales. Los primeros humanos, como la escritura aun no existía, transmitían los conocimientos en el uso medicinal de las plantas, en familia, de padres a hijos. Posteriormente, cuando la escritura llegó, es cuando empezamos a tener alguna prueba visible de todo lo que se iba utilizando, descubriendo, probando o imaginando… Seguro que muchos de esos escritos se han perdido con el trascurso de los siglos.
Llegaron con el tiempo a aprender a destilar flores y plantas , y obtener sus aceites esenciales, y eso ocurrió hace más de 3.500 años antes de Cristo como mínimo. Fueron los egipcios (o en Mesopotamia alguna etnia), unos de los primeros en hacer uso de ellos, utilizando los aceites obtenidos con fines religiosos, medicinales y cosméticos. Posteriormente, aprendieron a utilizarlos por sus propiedades curativas, cicatrizantes, y también dentro de sus creencias, por ejemplo para protegerse de los malos espíritus o dioses.
Los egipcios hacían estas destilaciones primitivas, calentando plantas en ollas de arcilla recubiertas en su parte superior por telas de lino que se impregnaban con los vapores, luego escurrían estos filtros de lino, y obtenían estos primeros aceites esenciales.
Luego se cree que los griegos pasaron a destilaciones obtenidas por maceración, comenzando a hacer un uso más terapéutico de los aceites esenciales obtenidos de algunas plantas. Hipócrates, el médico más reconocido de la Antigüedad, utilizaba los aceites esenciales con sus pacientes, y afirmaba que el baño y masajes con ellos, aseguraban vivir muchos años.
Fueron los alquimistas medievales, a partir del siglo X, quienes utilizaron el alambique para destilar sustancias. Un alambique o destilador está compuesto de tres partes: una vasija en la que se calienta el material que se va a destilar, una parte fría para condensar el vapor producido y un recipiente para recogerlo.
Los árabes siguieron perfeccionando la técnica y consiguieron preservar aún más la fragancia y la pureza de los aceites. Recordamos que los árabes fueron los primeros responsables de la destilación del alcohol a principios de la Edad Media.
En el siglo X el médico y filósofo persa Avicena perfeccionó el proceso de destilación de los aceites esenciales, introduciendo el sistema de refrigeración en el proceso con un alambique. Esto hizo que el proceso de extracción tuviera menos desperdicios y mayor pureza.
Con información de Amaris Natural
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