Las autoridades de Nueva York dispersaron este fin de semana varias fiestas ilegales de celebración del Super Bowl a las que asistían en total más de 600 personas y que desafiaban las recomendaciones para frenar la propagación del coronavirus.
La desescalada en el Reino Unido, con 43.230 muertos por la COVID-19, ha despertado las alarmas sobre la salud de la población al verse playas atestadas, fiestas multitudinarias y test que no acaban de funcionar.
Las autoridades británicas...