Sidor podría producir el acero más verde del mundo a un costo inferior
EFE / Foto referencial
Venezuela tiene, en un solo lugar, todas las posibilidades para producir el acero más verde del mundo con uno de los costos de producción más competitivos en el mercado internacional de cara a las nuevas tendencias globales para reducir la huella de carbono en la producción siderúrgica. Ese lugar es Guayana.
Tres elementos lo hacen posible: yacimientos con minerales de alta calidad, la potencia hidroeléctrica del Caroní y gas natural de bajo costo. Su producción no depende de carbón y coque como combustibles, porque utiliza hornos de arco eléctrico y reducción directa en sus procesos.
En consecuencia, la cantidad de CO2 que emite por tonelada de acero no supera los 800 kilogramos.
Un negocio de acero
En cifras, ¿Cuántas ganancias puede generar? Venezuela tiene la capacidad de producir a bajo costo 30 millones de toneladas de hierro en las plantas de reducción directa y 17,8 millones de toneladas de acero líquido al año.
Este potencial se traduce en una ganancia estimada de 14.400 millones de dólares solo en acero, y de 20.317 millones de dólares desde el mineral hasta el acero laminado.
Además, significa la creación de 138,100 empleos directos e indirectos.
Aunque el estado de la industria del hierro y acero no es óptimo en la actualidad, tiene potencial y recurso humano calificado. Sigue siendo la alternativa económica no petrolera del país.
La producción de pellas solamente, por ejemplo, tiene un potencial de 30 millones de toneladas por año con un valor de 5.700 millones de dólares. Además de que puede generar 2.500 empleos directos e indirectos.
En teoría, la Siderúrgica del Orinoco «Alfredo Maneiro» (Sidor) podría producir a un costo de menos de 300 dólares por tonelada de acero. 50% inferior al estimado de producción mundial, que son unos 500 y 600 dólares por tonelada bobina laminada en caliente, una cifra que varía dependiendo del país.
Plan de negocios para el acero
Estas cifras son resultado de un estudio coordinado por un grupo de especialistas llamado «Guayana y su Futuro» con miembros de Palogrande Casa de Bolsa, una firma de banca de inversión que planteó una propuesta de política pública o plan de negocios para el sector siderúrgico de Venezuela, cuyos activos están actualmente bajo el control estatal.
En líneas generales, el plan de negocio propuesto pretende optimizar el valor de estos activos y nuevas inversiones para actuales y futuros stakeholders.
Las estimaciones señalan que se podría lograr concretar ese potencial en un período de cinco años con una inversión de 5.000 millones de dólares, si las condiciones políticas cambian y se modifica el modelo de gestión estatista de la industria, para que el sector privado tome las riendas del proceso.
Para seguir leyendo con información de Banca y Negocio