Catalina dio a luz un niño, tercero en orden de sucesión al trono británico - 800Noticias
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El anuncio del feliz acontecimiento inundó de inmediato las redes sociales y fue recibido por aplausos de parte de los turistas agolpados frente a las pesadas puertas enrejadas del palacio.
«No podríamos estar más felices», dijo el príncipe Guillermo sobre el nacimiento de su hijo, según un breve comunicado.

La llegada «con buena salud» del «bebé real», cuyo nombre todavía no se dio a conocer pero que ya posee el título de príncipe de Cambridge con rango de alteza real, dio lugar a numerosos mensajes de felicitación procedentes de todo el mundo.

El presidente estadounidense, Barack Obama, y su esposa Michelle fueron de los primeros en felicitar al duque y la duquesa de Cambridge «en el feliz acontecimiento del nacimiento de su primer hijo».

«Dada la relación privilegiada que existe entre nosotros, los estadounidenses están felices de festejar con los habitantes del Reino Unido el nacimiento del joven príncipe», concluyó Obama.

Los servicios reales cambiaron sus planes a última hora, por temor a una filtración, publicando un comunicado urbi et orbi, tras haber informado al primer círculo de la familia de los Windsor, comenzando por la reina Isabel y el príncipe Felipe.

El niño «nació con buena salud» a 04:24 pm hora de Londres (03:24 pm GMT), precisó el texto.

«El bebé pesó 8 libras y 6 onzas (3,8 kilos). El niño y la madre están bien. El padre, el príncipe Guillermo, asistió al parto como lo había anunciado», agregó el palacio.

«Es un bebé maravilloso, un bonito bebé», comentó el doctor real Marcus Setchell que participó en el parto.

El recién nacido y la madre «se encuentran bien», añadieron los médicos tras el fin de un complicado embarazo con violentas náuseas en sus inicios y la polémica en torno al suicidio de una enfermera.

El Palacio indicó que la reina Isabel II y el duque de Edimburgo (bisabuelos), el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles (abuelos paternos), el príncipe Enrique (hermano de Guillermo) y las dos familias, entre ellos Carole y Michael Middleton, abuelos maternos, «fueron informados y están felices por la noticia».

La reina, de 87 años, dijo estar «encantada» y su hijo Carlos aseguró que «mi mujer y yo estamos locos de alegría por la llegada de mi primer nieto».

«Es un momento importante para nuestra nación», dijo el primer ministro británico, David Cameron.

Poco después del anuncio oficial, un automóvil negro abandonó la maternidad St Mary con un agente que llevaba una misiva. Se dirigió bajo escolta policial hasta el palacio de Buckingham, residencia londinense de la reina.

La misiva, una proclamación firmada por médicos reales con la hora del nacimiento y su sexo, fue colocada en un caballete en el patio de Buckingham, siguiendo una tradición respetada hace 31 años, cuando nació Guillermo.

Un pregonero oficial vestido de colores rojo y oro dio a conocer la noticia, con una poderosa voz, en el patio del palacio.

El nombre del bebé podría no ser revelado antes de varios días: los británicos tuvieron que esperar una semana antes de conocer el de Guillermo, y un mes el de Carlos.

La mayoría de las apuestas se inclinaban a favor de que el bebé fuera una niña. En caso de que naciera un niño, los nombres George y James son los favoritos de los corredores de apuestas.

«Es un niño», gritó la multitud reunida ante el palacio de Buckingham, una exclamación recogida en las portadas de numerosos diarios en su edición del martes.

Varios cientos de personas permanecían frente al palacio de Buckingham el lunes por la noche para festejar e inmortalizar la escena con sus cámaras fotográficas y smartphones.

Bajo la gran noria London Eye, iluminada con los colores azul, blanco y rojo, o en Trafalgar Square, donde las fuentes estaban iluminadas con el color azul en honor al niño, cientos de británicos y turistas celebraban el nacimiento en este día de luna llena.

La celebración continuará el martes con el disparo de 103 cañonazos en honor del bebé real, 62 de ellos desde la Torre de Londres y otros 41 en Green Park.

«El bebé real ha ocupado la primera plana de todos los diarios en Estados Unidos. Nos pidieron llevar tantos recuerdos como fuera posible», declararon Matthew y Donna Harold, que vinieron de Michigan.

Mismo fervor, pero con una pizca de alivio, ante el hospital St Mary de Londres, donde los medios de todo el mundo esperaban la llegada del «bebé real», prevista para mediados de julio, desde que el lunes al amanecer Catalina fue ingresada en la maternidad.

Unos 200 periodistas reforzaron de inmediato el asedio del establecimiento, iniciado el 1 de julio.

La pareja burló su vigilancia, entrando al edificio por una puerta oculta, a excepción de un fotógrafo que dio la alerta.

El anuncio del internamiento de Catalina en la maternidad se resumió en un texto lacónico de 45 palabras.

Todo indica que después de una foto oficial frente a la muchedumbre de periodistas, Catalina, Guillermo y su hijo desaparecerán durante días o semanas de la escena pública.

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