Santa Úrsula, por María García de Fleury - 800Noticias
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En el siglo IV, un rey de Britania, Inglaterra, prometió a su hija Úrsula en matrimonio con un alto personaje de la nobleza del país; su futuro esposo era pagano y Úrsula era cristiana y eso era un problema porque para ese momento ella había rechazado a muchos pretendientes por consagrarse a Dios y ella por tantas presiones aceptó el matrimonio con este príncipe a condición de que le permitieran viajar con diez amigas de ella antes del matrimonio durante tres años para visitar la tumba de los santos en Roma y que se le dieran los barcos suficientes para este viaje.

Por último, pidió que su futuro marido y sus séquitos se convirtieran al cristianismo; Úrsula pensó que nadie iba a aceptar estos requisitos, pero él admitió todas esas condiciones. Salieron ellas de viaje y de regreso de su peregrinación, al llegar a la actual ciudad de colonia en Alemania, cayeron en manos de los barbaros hunos, cuyo jefe era Atila, quien vivió entre los años 406 y 453, y se decía que donde pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba.

Los hunos no podían creer que habían tenido tanta suerte, que hubieran caído en sus manos esa cantidad de muchachas jóvenes vírgenes, y querían hacer de ellas sus mujeres. Úrsula y sus compañeras se negaron y los bárbaros enfurecidos las mataron a todas a flechazos.

El tema de la virginidad en los primeros siglos del cristianismo, más que un tema puramente ético sexual, era un deseo de parecerse a la virgen María que era considerada como modelo de perfección a seguir y por lo tanto de alcanzar el cielo.

En un documento del año 922 que encontraron en un monasterio cerca de la ciudad de Colonia, se hace referencia a la historia de Santa Úrsula y sus compañeros. En el citado documento debía leerse “11 mártires vírgenes” y en su lugar escribieron “11 mil vírgenes”. Durante siglos la confusión llegó a convertirse en realidad, siendo aceptada como tal y no fue puesta en duda.

A partir de ese momento la leyenda de las 11 mil vírgenes tomó cuerpo y la historia de Santa Úrsula se extendió por todas partes. En el lugar donde se produjo, según la tradición, el martirio de las vírgenes, fue construida una iglesia dedicada a Santa Úrsula.

Durante toda la edad media corría de pueblo en pueblo un romance en el que se contaba la historia de estas mártires. Su culto fue aprobado por el papado y su devoción se extendió muchísimo durante la baja edad media y los inicios del tiempo moderno.

Su ejemplo de vida por defender su dignidad, hizo que la consideraran patrona de la juventud, en el siglo XIII la universidad de La Sorbona la adoptó como patrona, y lo mismo ocurrió en las universidades de Coimbra, Portugal y de Viena en Austria.

Santa Ángela Merici en el siglo XVI, narró como santa Úrsula se le apareció en sueños y le pidió que velara por el alma de las jóvenes. Inspirada en ese sueño, Santa Ángela fundó la primera orden de mujeres dedicadas a la enseñanza, las llamadas ursulinas.

A Úrsula se le representa como una mujer joven con una lujosa vestimenta en alusión a su condición de princesa, manto de armiño que significa pureza, y luce coronal real. Sus atributos son la palma de mártir que es un signo de victoria e inmortalidad, las flechas en alusión a su martirio y el estandarte que significa triunfo, todo eso lo utilizó para guiar a sus compañeras hacia Dios porque ella sabía que con Dios siempre ganamos.