¿Qué engorda más, el pan tostado o el fresco?
800 Noticias
Siempre hemos creído que el pan engorda, pero en realidad no es así. Se trata de un falso mito que debemos desterrar, tal y como indican los nutricionistas y los expertos en salud. El pan aporta nutrientes muy importantes para el cuerpo, como hidratos de carbono, minerales, vitaminas, proteínas de origen vegetal y fibra. Ahora bien, a la hora de comerlo, ¿es mejor el pan tostado o el fresco?
¿Pan tostado o pan fresco?
Huir del pan a la hora de bajar de peso es un error muy común. Lo que hay que hacer no es eliminar de la dieta este alimento, sino moderar su consumo y, sobre todo, cuidar con qué se acompaña. Además, la forma de tomarlo también es importante. 100 gramos de pan fresco aportan 250 kilocalorías, mientras que 100 gramos de pan tostado tienen 375 kilocalorías.
El motivo por el que esto es así es muy sencillo: el pan tostado tiene menor cantidad de agua y más harina. La miga tiene menos calorías ya que es la parte con más agua. Entonces, ¿por qué los nutricionistas recomiendan el pan tostado en lugar del pan fresco? Porque, aunque tiene más calorías, las personas comen menos cantidad de tostadas que de rebanadas de pan fresco.
Cuando se tuesta el pan, se rompen las cadenas de almidón, dando lugar a cadenas más cortas que reciben el nombre de dextrinas. Estas tienen una digestión mucho más sencilla y hacen que los hidratos de carbono lleguen al torrente sanguíneo a mayor velocidad.
Por lo tanto, la clave está en la psicología. El pan tostado puede ser un gran aliado a la hora de adelgazar, siempre y cuando se consuma con moderación, porque genera sensación de saciedad. Además, la textura es más dura y es más difícil de masticar, así que resulta menos apetecible que el pan fresco.
Consejos para comer pan
La Fuente de Nutrición de Harvard recomienda elegir un pan cuyo principal ingrediente sea algún grano integral, como el trigo o el centeno. Para saber si estamos ante un buen pan, debemos fijarnos en la cantidad de fibra: lo ideal es que tenga como mínimo 3 gramos de fibra por porción.
El hecho de que el pan en sí mismo no engorde, no significa que podamos comerlo de manera desmesurada. Hay que cuidar las porciones y siempre acompañarlo de alimentos saludables. En el desayuno, podemos sustituir la mantequilla por una mermelada natural sin azúcares.