Peregrinando la reliquia de la imagen viva de la Virgen de Coromoto
María García de Fleury
Los fieles de la quebrada de Cuba en el Estado Miranda, Venezuela, encabezados por su párroco, el padre Alfredo Olar, han tenido la idea de llevar en procesión las reliquias de segundo grado de la Virgen de Coromoto que poseen, para que visite cada una de las 33 parroquias de sus dioses y de Los Teques.
Estas visitas comenzaron el 11 de agosto y continuarán todos los días hasta el 11 de septiembre, día en que será entronizada solemnemente en la iglesia parroquial de la Virgen de Coromoto de Quebrada de Cuba. En estas visitas, segura, se reza el rosario, se canta y en ocasiones los hermanos John y Johnny del Rosario, mensajeros coromotanos, completan la evangelización con una charla acerca de la aparición y el mensaje de la Virgen.
La palabra reliquia viene de los restos del cuerpo, de una vestimenta, de quien fuera un santo, es decir, de alguien que vivió en serio el mensaje del evangelio y se jugó la vida de manera heroica por el Señor. En tiempos de Jesús, la mujer enferma se acercó a él convencida que con tocarle el manto se sanaría.
Ella no tocó el manto por el valor material, sino por tocar a Jesús. De la misma forma, tocamos y veneramos las reliquias, no por ella misma, sino por la Madre de Dios a quien representa. La reliquia de la Virgen de Coromoto, en este caso, es una copia de la imagen viva que le dejó la Virgen en la mano al cacique el 8 de septiembre de 1652 y que ha estado junto a la imagen real por un tiempo, convirtiéndose en una presencia muy particular de la Madre de Dios que busca acercar a las personas a Jesús.
La veneración a las reliquias comenzó a darse muy fuertemente con el culto de los mártires durante el periodo de las persecuciones en las catacumbas. Las catacumbas eran cementerios donde enterraban a los cristianos y en ese lugar se sentían más protegidos para celebrar la Eucaristía y guardar reliquias de aquellos que habían sido martirizados.
Esta veneración de los restos se fue ampliando en la iglesia a todos los que de una manera u otra se les consideraba como santos. Las reliquias pueden ser de tres grados. Reliquias de primer grado, que es un fragmento del cuerpo. Reliquias de segundo grado, que es un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida, un rosario, la biblia, la cruz.
También objetos asociados con el sufrimiento. Reliquias de tercer grado, cualquier objeto que ha sido tocado con una reliquia de primer grado o en la tumba de un santo. El código de derecho canónico establece que está terminantemente prohibido vender reliquias sagradas y dice que las reliquias deben gozar de una gran veneración. Es importante saber que las reliquias no tienen poder por sí mismo. Eso sería magia y superstición.
Venerar esta reliquia es imitar las virtudes de la virgen. Estamos claros en que las reliquias pueden ser una ayuda a la fe, pero no son parte central de ella. Dios continúa hoy haciendo milagros. En el libro de los hechos de los apóstoles se hablan de los pañuelos y vestidos que habían tocado el cuerpo de Pablo y que curaban a los enfermos.
Jesús ahora manifiesta su amor a través de los signos, como el de estas reliquias que con tanta dedicación y orgullo llevan los fieles de la parruquia de Nuestra Señora de Coromoto de Cuba de un lugar a otro, manifestándole amor porque saben que con Dios siempre ganamos.
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