Los desastres naturales más impactantes de 2023
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Comúnmente, lo que más destaca en una catástrofe es la destrucción que deja en las ciudades y municipios, que pueden tardar años en recuperarse económicamente. Pero la otra cara de la moneda muestra que los costos también trascienden a la dimensión social: los desastres naturales exacerban aún más la desigualdad, ya que el menor acceso a servicios como la financiación o los seguros deja a las personas desfavorecidas expuestas al peligro.
Por otro lado, con respecto a las implicaciones medioambientales, ya es una evidencia que el cambio climático aumenta la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones e incendios. Y con ello, en un año en el que se rebasó por primera vez el límite de temperatura global de 2ºC por encima del período de referencia, estas han sido las catástrofes naturales más devastadoras del año.
1. El primer gran terremoto del año: Turquía y Siria
Millones de personas siguen afectadas y desplazadas meses después de que dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter azotaran el sureste de Turquía, y parte de Siria, en la madrugada del lunes 6 de febrero de 2023.
Hasta el momento, se consideraba el seísmo más grave de la historia reciente de Turquía el ocurrido en 1939 en la provincia de Erzincan, pero los ocurridos en 2023 fueron lo suficientemente poderosos como para desplazar la superficie de la tierra. Y con ello, dejaron un total de más de 45.000 fallecidos y cientos de miles de heridos, según las cifras ofrecidas por UNICEF dos semanas más tarde de la catástrofe.
El terremoto pudo sentirse en países próximos como el Líbano, Israel, Chipre y Jordania, pero solo causó estragos en Turquía y Siria, una región en la que convergen cuatro placas tectónicas: las de Anatolia, Arábiga, Euroasiática y Africana. En el caso del terremoto de febrero de 2023, el más reciente con alrededor de 50 temblores fuertes que ha habido en la zona en el último siglo, el Servicio Geológico de los Estados Unidos afirmó que los movimientos sísmicos se englobaron dentro del sistema de fallas de Anatolia Oriental.
Así, en base al conocimiento de la naturaleza geológica de la región, en los últimos años Turquía había ido implementando medidas para mejorar su preparación y respuesta ante terremotos, incluyendo la construcción de edificios resistentes. Sin embargo, no todo el parque inmobiliario había sido actualizado y la falta de inspecciones permitió que algunos constructores ignorasen las normativas.
2. Un verano marcado por los incendios
Los meses de verano concentraron numerosos incendios cuyas consecuencias continúan viviéndose a diciembre de 2023. Y el Mediterráneo fue una de las regiones del mundo más afectadas por este fenómeno.
En España, un total de 87 incendios forestales arrasaron 66.064 hectáreas en 2023, según las más recientes cifras del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Y aunque un gran porcentaje de los fuegos son causados por el hombre, el último informe de esta misma entidad señala que el cambio climático provoca que sean cada vez más virulentos y difíciles de gestionar. Así, el más devastador de ellos fue el producido en Arafo (Tenerife), que afectó a 14.750 hectáreas de hasta 13 municipios.
En Grecia, la escena fue muy similar: el fuego causó estragos en varias áreas del país helénico, como Corfú, Egio, Evia, Yliki y la emblemática isla de Rodas, cuyo núcleo turístico fue desalojado rápidamente, en la mayor operación de evacuación de la historia del país. Sin embargo, los fuegos dejaron alrededor de 50 muertos y más de 170 heridos, según el balance realizado por Protección Civil.
Al otro lado del planeta, unos incendios se propagaron velozmente y destruyeron la ciudad de Lahaina, en Maui (Hawái), dejando alrededor de 110 víctimas. Las causas exactas de los fuegos no fueron identificadas, pero se sabe que el Servicio Meteorológico Nacional había previamente advertido sobre fuertes vientos y condiciones climáticas favorables para la propagación de incendios forestales.
Y en Canadá, el país sufrió este año la peor temporada de incendios de su registro, según el informe medioambiental de 2023 del Gobierno de Canadá. Tal fue la magnitud de los fuegos, que el humo no solo puso en alerta a varias ciudades de Estados Unidos, sino que viajó más de 7.000 kilómetros y pudo verse, a través de imágenes satelitales, en la Península Ibérica, en las islas británicas y en algunas regiones del noroeste de Francia.
3. Un terremoto en Marruecos
La madrugada del 8 al 9 de septiembre, un terremoto de magnitud 6,8, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos -aunque otras fuentes lo fijan en magnitud 7-, sacudió la región de Al Haouz, al suroeste de la ciudad de Marrakech; así, se trató del más devastador de los últimos 100 años en el país.
Marruecos se encuentra cerca de la convergencia de varias placas tectónicas importantes: la placa africana y la placa euroasiática. La africana abarca gran parte del continente africano, partes del océano Atlántico e Índico, y la euroasiática, gran parte de Europa y Asia, extendiéndose desde el Atlántico hasta el Pacífico norte.
Así, aunque la región es susceptible de ser azotada por movimientos sísmicos, la razón de que este haya sido tan devastador -con un balance de cerca de 3.000 muertos y más de 5.000 heridos, según cifras oficiales- fue la escasa profundidad de su epicentro, situado a 8,5 kilómetros bajo la superficie.
Además, más allá de las causas geológicas de este desastre natural, el terremoto sacó a la luz las profundas brechas en la infraestructura gubernamental del país y el papel centralizador del rey Mohamed VI, quien tardó alrededor de 3 días en tomar acción ante la catástrofe.
4. El huracán Otis que arrasó Acapulco
Acapulco es una de las joyas turísticas de México. Pero el miércoles 25 de octubre de 2023 a las 00:25 horas un huracán llamado Otis, de categoría 5, tocó tierra en la ciudad, resultando en una gran destrucción de su infraestructura y afectando a alrededor de 250.000 viviendas.
Otis desconcertó totalmente a los expertos: pasó de categoría 1 a categoría 5 en menos de 24 horas, lo que responde a un fenómeno meteorológico denominado «intensificación rápida» (RI, por sus siglas en inglés). En esa ventana de tiempo, el huracán aumentó su velocidad en 185 km/h. Solo Patricia, que tocó tierra en la costa de Jalisco y Colima en 2015, superó estas cifras, con un aumento de la velocidad de 193km/h.
Las primeras horas tras el paso de Otis por Acapulco fueron caóticas. Muchos residentes saquearon las tiendas para obtener artículos de primera necesidad, a la espera de la llegada de autoridades que repartiesen víveres entre la población. Y en las localidades periféricas, otras personas se reunieron el viernes posterior al huracán, el 27 de octubre, en las carreteras para cortar el paso y exigir al Gobierno el envío de refuerzos, que tardaron hasta 3 días en llegar.
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