IMPORTANCIA DEL AYUNO | «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de la palabra de Dios»
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«Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto; te recompensará en público” (Mat.6:17-18)
El ayuno y la oración son armas poderosas, que satanás no desea que tú conozcas y la pongas en práctica. Se trata de un ejercicio espiritual establecido por Dios que trae libertad, que rompe los yugos y las ligaduras de impiedad y opresión, tanto en una persona como a una nación.
Aunque Jesús era el Hijo Unigénito de Dios, quien vino de la eternidad para cumplir la voluntad de Su Padre, Él ayunó antes de salir a ministrar, tal y como lo señala Mateo, capítulo 4 en los versículos 1 y 2. «Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba, estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin comer y después sintió hambre» .
No importa cuántos dones o crecimiento espiritual tenga una persona, debemos sujetarnos al mandamiento del Señor, y mortificar nuestra carne. Es necesario ayunar para estar listos para el regreso de nuestro Esposo celestial. Este es el tiempo de la preparación.
En el evangelio de (Mateo 9:14) Nos relata que los discípulos de Juan el bautista vinieron a Jesús y le preguntaron porque sus discípulos no ayunaban. “Jesús les dijo: ¿acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán” (Mat.9:15)
Fíjate bien que mientras Jesús estuvo en persona con los discípulos ellos no ayunaron, pero él les dijo que cuando él fuera quitado ayunarían. Aquí quedó establecido que su pueblo tendría que ayunar. Esto lo constatamos en la primera iglesia como algo normal, ellos ayunaban y oraban en decisiones importantes. La Biblia dice:“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”. (Hech.14:23)
Otros ejemplos de establecidos en la biblia de personas que ayunaron:
1. Moisés.
Moisés ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches en cuatro ocasiones diferentes. La primera vez fue por los primeros mandamientos (Éxodo 24:18). Aunque esta cita no menciona que Moisés ayunó mientras esta en el monte con el Señor, el libro de Deuteronomio muestra claramente que él se abstuvo tanto de pan como de agua. Hay una diferencia entre un ayuno y un ayuno con sed; durante un ayuno nos abstenemos de probar alimentos, pero en un ayuno con sed nos abstenemos también de tomar agua. (1° Corintios 4:11). A menos que el Señor nos este hablando y dirigiendo claramente para ayunar con sed, no es prudente dejar de beber agua por más de tres días.
La segunda vez que Moisés ayunó por cuarenta días y noches fue cuando estuvo intercediendo ante Dios a causa de la idolatría de Israel, cuando hicieron el becerro de oro.
2.-Elías
«Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido: y he aquí luego un ángel que le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí á su cabecera una torta cocida sobre las brasas, y una jarra de agua: y comió y bebió y se volvió á dormir. Y volviendo el ángel de Yahvé la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come porque si no el viaje sería demasiado largo para ti, Elías de levantó pues, y comió y bebió; y aquella comida le dio fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.»1° Reyes 19:5-8
Cuando sentimos que ya no podemos ir más adelante, es tiempo para ayunar del alimento natural, y empezar a alimentarnos del pan de santidad de Dios. El cual impartirá nueva vida y fuerza a nuestro hombre espiritual.
3. Daniel
El Ayuno de Daniel está basado en versículos de la Biblia encontrados en Daniel 10:2-3 «En aquellos días, yo Daniel, estuve afligido por tres semanas. No comí manjar delicado; ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.» Estas tres semanas se refieren a la observancia de la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura, las cuales tienen lugar durante el primer mes del año (Éxodo 12:1-20).
Algunos también pueden citar el ejemplo en Daniel 1:8. Sin embargo, en este versículo Daniel no quiso comer los manjares del rey porque habrían incluido alimentos que estaban prohibidos por la Ley Mosaica (Levítico 11); el comerlos hubiera contaminado su cuerpo. Otra razón pudo haber sido el hecho de que la carne del rey probablemente había sido dedicada a los falsos ídolos babilónicos, como era la práctica. Daniel creía que comerla habría sido reconocer a sus ídolos como deidades, contra los mandamientos de Dios.
El Ayuno de Daniel: Su Propósito
Aunque el Ayuno de Daniel limpia el cuerpo al omitir ciertos alimentos por un tiempo limitado, la intención real y más profunda es la conexión espiritual. El propósito del ayuno cristiano es buscar una relación más íntima con Dios, al tiempo que libera al cuerpo físico de alimentos y bebidas no naturales y auto-gratificantes. Su enfoque debe estar en Dios, no en las cosas carnales del mundo. Muy a menudo, el foco del ayuno es la privación de alimentos. En cambio, el propósito del ayuno debería ser desviar nuestros ojos de las cosas de este mundo para enfocarlos enteramente en Dios.
Es necesario tener fe, santidad y consagración para poder sobrellevar las diversas circunstancias difíciles, para buscar la dirección de Dios, su respuesta, su guía para conocer su voluntad en la vida de cada persona, y sobretodo para ver su rostro. Dios bendice a quienes lo obedecen.
2 Crónicas 7:14 « si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra».