Galletas saladas de caprese

Los pasos

• Los tomates

  Se usamos tomates secos hay que hidratarlos durante 1 hora, si usamos tomates secos envasados en aceite los escurrimos y usamos ese aceite quitando esa cantidad de aceite del de la receta.

  Si los hemos hidratado podemos guardar el agua por si acaso la necesitamos para la masa. Los trituramos y los reservamos.

  Si usamos tomate fresco usaremos solo la carne, lo pelamos y la parte de las semillas que tiene más líquido la separamos (la podemos usar en alguna ensalada). Trituramos un poco el tomate o lo cortamos en trozos muy pequeños con un cuchillo.

  Si usamos remolacha tiene que estar cocida, la trituramos y la escurrimos para que que este lo más seca posible.

La masa

Mezclar todos los ingredientes con el aceite y sal al gusto (aunque el queso le da suficiente toque de sal). Añadir la levadura si la tenemos si no podemos usar unos 25 ml de cerveza por cada 100g de harina, amasar hasta que quede una masa compacta, si quedara pegajosa añadir un poco más de harina y si no termina de compactarse añadir un poco de agua.

Amasar es una tarea que pueden hacer los niños y se lo pasan muy bien.

Preparar

Sobre un papel de hornear ponemos la masa y colocamos otro papel encima para que con un rodillo vamos extendiendo la masa hasta dejarla fina.

Con un corta pizzas o si no lo tenemos con un cuchillo vamos cortando en tiras la masa en los dos sentidos para sacar galletas con forma rectangular o de rombo.

Precalentamos el horno a 150º y colocamos el papel de hornear con las galletas en una bandeja de horno y lo horneamos hasta que estén doradas, unos 15 o 20 minutos, hay que tener cuidado porque el queso se quema enseguida y le da un sabor amargo a las galletas.

Una vez horneadas las sacamos y las dejamos 2 o 3 horas al aire para que pierdan la humedad que les quede y resulten más crujientes.