¿Es incorrecta la ecuación de Drake?
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La ecuación de Drake fue desarrollada por el astrónomo estadounidense Frank Drake (1930-2022) en 1961 durante un encuentro en el Observatorio Green Bank. El propósito de dicha reunión era debatir la posibilidad de encontrar civilizaciones extraterrestres. Por ello, el experto creó una fórmula que tenía como finalidad calcular la cantidad de civilizaciones extraterrestres activas y capaces de comunicarse en la Vía Láctea; una ecuación que se convirtió en un pilar fundamental en el ámbito de la astrobiología. Ahora, una nueva investigación ha dado una vuelta de tuerca a la fórmula de Drake al amparo de los recientes descubrimientos de exoplanetas y un enfoque mucho mas amplio de esta gran cuestión. Y no es una conclusión muy halagüeña.
¿Cómo es la ecuación de Drake?
La ecuación de Drake dice lo siguiente: N = R* · fp · ne · fl · fi· fc · L
N = es el número de civilizaciones en nuestra galaxia con las que podríamos comunicarnos.
R *= son las estrellas capaces de albergar planetas (las estimaciones actuales sugieren que cada año nacen aproximadamente de 1 a 3 nuevas estrellas).
f p = la cantidad de esas estrellas que cuentan con sistemas planetarios (las estimaciones actuales sitúan esta fracción bastante alta, alrededor de 0,5 a 1).
n e = número de esos planetas orbitando en la zona habitable de su estrella y que, potencialmente, podrían sustentar la vida (las estimaciones varían, pero se cree que ronda entre 0,1 y 1 por estrella).
f l = fracción de esos planetas en la zona de habitabilidad en los que la vida se habría desarrollado (este término es muy incierto, ya que sólo tenemos un ejemplo: la Tierra. Las estimaciones varían ampliamente, desde casi cero hasta 1).
f i = número de planetas en los que hay vida inteligente (otro factor difuso que considera las probabilidades de que la vida evolucione en seres inteligentes capaces de crear tecnología y las estimaciones nuevamente oscilan entre muy bajas y cercanas a 1).
f c = planetas con vida inteligente y con tecnología capaz de ser detectadas por nosotros (aquí, incluso si se desarrolla vida inteligente, no todas las civilizaciones podrían desarrollar tecnología o querer comunicarse. Las estimaciones para esta fracción también varían).
L = período promedio de tiempo (años) en que dichas civilizaciones producen tales señales con la intención de comunicarse con otros (dados los avances tecnológicos y el potencial de autodestrucción, las estimaciones pueden oscilar entre unos pocos años y millones de años).
Todos los valores de la ecuación están sujetos a un grado de incertidumbre significativa y, dependiendo de si se hacen estimaciones optimistas o pesimistas, los resultados pueden variar considerablemente: tanto como de menos de uno a miles o millones de civilizaciones (sobre todo el valor de N es el más en discordia).
En general, la ecuación de Drake normalmente sugiere que debería haber numerosos exoplanetas en nuestra Vía Láctea que albergan civilizaciones activas y capaces de comunicarse. No obstante, estos cálculos optimistas carecen de evidencia concreta, lo que a menudo se denomina la paradoja de Fermi (llamada así por el físico nuclear y premio Nobel italiano y luego naturalizado estadounidense Enrico Fermi, quien informalmente planteó la pregunta a sus colegas científicos).
Con información de Muy Interesante
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