El Pesebre es declarado Patrimonio Cultural de Venezuela
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Este miércoles 14 de diciembre fue firmado el certificado que inscribe al pesebre venezolano como patrimonio cultural del país, durante el lanzamiento del Primer Festival Nacional del pesebre que se realizó en la sede de la Casona Cultural, en Caracas.
El nombramiento de la escenificación del Nacimiento del Señor fue firmada por la presidenta del Instituto del Patrimonio Cultural, Dinorah Cruz; además del Ministro de la Cultura de la administración de Nicolás Maduro, Ernesto Villegas, y luego fue remitido a representantes del Movimiento de Muñequeras y Muñequeros Amorosos de Venezuela.
Acerca del festival, el maestro juguetero Mario Calderón, premio nacional de Cultura, señaló que se trata de «una iniciativa que nos emociona, porque es una forma de celebrar una de las épocas más hermosas que tenemos como es la Navidad».
Por iniciativa de la administración de Nicolás Maduro se convoca a todos los interesados a participar de esta actividad, especialmente dedicada a los niños y niñas del país, y donde también podrán participar organizaciones, instituciones nacionales y locales, unidades educativas y agrupaciones de cualquier género artístico.
Existen diez categorías en las que se puede participar: mejor pesebre con materiales de reciclaje; mejor pesebre comunitario; mejor pesebre estudiantil; mejor pesebre institucional; mejor pesebre en espacios públicos; mejor pesebre viviente; el mejor pesebre tradicional; el mejor pesebre de vanguardia; mejor pesebre hecho por niños y niñas y mejor pesebre hecho por adultos mayores.
Historia del pesebre
El Nacimiento, también conocido como Belén, o simplemente pesebre, fue ideado por San Francisco de Asís en la Nochebuena del año 1223 en el pequeño pueblo de Greccio, Italia. En aquel entonces, el santo, que ya presentía su cercana muerte, quiso vivir la Navidad de una manera distinta y juntando personajes y animales en una gruta que le facilitaron, recreó el momento de la Natividad del Señor, ante la sorpresa de los vecinos del poblado.
Aquella noche fría, el sacerdote de la zona presidió junto a la escena la misa de Medianoche, donde el «pobrecito de Asís» pudo contar la historia de la primera Navidad con lujos de detalles, conmoviendo a quienes lo escuchaban, y llenando su corazón de amor hacia el Niño Dios que se hacía presente. San Francisco moriría tres años después, el 3 de octubre de 1226 y esta costumbre fue repitiéndose de generación en generación hasta nuestros días.
Con información de Versión Final.
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