El Evangelista San Marcos, por María García de Fleury
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La iglesia celebra la fiesta de San Marcos el 25 de abril, parece que su familia era la dueña de la casa donde Jesús celebró la Última Cena y dónde estaban los apóstoles reunidos el día de Pentecostés cuando recibieron el Espíritu Santo en formas de lengua de fuego.
Marcos era un niño cuando Jesús predicaba y probablemente fue uno de los primeros bautizados por San Pedro el día de Pentecostés; era primo de San Bernabé y fue junto con él y con San Pablo en varios viajes misioneros.
San Marcos llegó a ser el secretario y el hombre de confianza de San Pedro; como le escuchaba siempre sus sermones, que no eran sino recordar los hechos y las palabras de Jesús, Marcos fue aprendiéndoselos muy bien y dicen que ha pedido de los cristianos de Roma, escribió lo que acerca de Jesucristo había oído predicar al apóstol Pedro.
Es el más corto de los cuatro evangelios, son 16 capítulos llenos de narraciones muy vivas, gráficas, salpicadas de detalles interesantes y de narraciones llamativas. Habla como si fuera un testigo ocular que se ha fijado en todo y lo repite con agrado de forma atractiva, describiendo gestos, miradas y sentimientos de Jesús, es el reflejo de lo que San Pedro presenció y que se le quedó grabado en su memoria, pero está todo escrito en forma juvenil, se fija más en los hechos de Jesús que en su discurso, su narraciones son agradables por los frescas y espontáneas.
Un sabio afirmó que el evangelio de San Marcos es el libro más importante que se ha escrito porque parece que fue el primer evangelio que se escribió y que de él sacaron mucho material los otros tres evangelistas.
Solamente 24 frases de San Marcos que no aparecen ni en Mateo ni en San Lucas, San Pedro llama a Marcos en sus cartas «hijo mío», y San Pablo cuando escribe a Timoteo desde su prisión en Roma le dice «tráiganme a Marcos porque necesito de su colaboración».
Dicen que San Marcos fue nombrado obispo de Alejandría en Egipto hacia el año cuarenta y que allá en esa ciudad fue martirizado por los enemigos de la religión un 25 de abril. Sus seguidores lo enterraron allí mismo, y cuando los musulmanes invadieron Egipto, unos comerciantes católicos, por temor a que fueran a violar la tumba, se robaron el cuerpo de San Marcos y lo escondieron, lo sacaron y se lo llevaron hasta la ciudad donde vivían en Venecia, Italia. Desde entonces, empezaron a venerarlo a tal punto que la ciudad de Venecia lo eligió como patrono y construyó en su honor la bellísima Catedral de San Marcos.
Su símbolo es el león alado, que tiene en las patas delanteras un libro y una espada por su relación con el Apocalipsis y porque su Evangelio comienza hablando de San Juan Bautista que clama en el desierto, su voz es como la de un león, un animal fuerte y noble como los era Jesús, el Hijo de Dios, los invitamos a leer el evangelio de San Marcos, porque da una entusiasta visión de Jesucristo que es Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
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