El estrés y la tensión laboral aceleran el envejecimiento inmunológico
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El sistema inmunitario está muy ligado a cómo nos sentimos, y un estudio de la University of Southern California (USC) revela que el estrés en forma de eventos traumáticos, los factores estresantes del día a día, la tensión laboral y la discriminación aceleran el envejecimiento del sistema inmunitario.
Este hecho aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer o problemas cardiovasculares, así como de contraer infecciones como el Covid-19 o la neumonía. Según los autores, esta asociación entre el sistema inmunitario y los sentimientos de estrés podrían explicar las diferencias en la salud relacionadas con la edad o el número desigual de víctimas de la pandemia de coronavirus.
La investigación contó con la participación de 5.744 adultos mayores de 50 años que rellenaron un cuestionario sobre sus niveles de estrés social, estrés crónico y discriminación, y a los que se les realizó un análisis de sangre para poder medir su perfil inmunológico mediante la cantidad de glóbulos blancos desgastados y los frescos, y otros parámetros.
Compensar el envejecimiento inmune con dieta y ejercicio
El envejecimiento del sistema inmunológico no solo se ha asociado con más riesgo de cáncer, COVID o enfermedades cardiovasculares, sino que también puede reducir la eficacia de las vacunas y aumentar la senescencia de los órganos. En este estudio, que se ha presentado en la revista PNAS, se observó que las personas con puntajes más altos de estrés correspondían a perfiles inmunológicos que parecían mayores, pues presentan niveles bajos de glóbulos blancos frescos y más de desgastados.
La relación entre los eventos estresantes de la vida y los niveles más bajos de las células T listas para responder se mantuvo fuerte incluso después de que se ajustase a factores como la educación, el tabaquismo, el alcohol, el índice de masa corporal (IMC) y la raza o el origen étnico.
Eric Klopack, uno de los autores, ha declarado que “en este estudio, después de controlar estadísticamente la mala alimentación y la falta de ejercicio, la conexión entre el estrés y el envejecimiento inmunitario acelerado no fue tan fuerte. Lo que esto significa es que las personas que experimentan más estrés tienden a tener una dieta y hábitos de ejercicio más pobres, lo que explica en parte por qué tienen un envejecimiento inmunológico más acelerado”. Por tanto, los investigadores creen que se podría compensar el envejecimiento inmunológico asociado al estrés con unabuena dieta y actividad física.
Con información de Web Consultas