El desayuno japonés para vivir más de 100 años
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Hace tan solo unas décadas, no era nada fácil poder consumir alimentos típicos de otros países, ni siquiera de los estados más cercanos. Nos debíamos conformar con los productos locales y de temporada, lo cual por otro lado puede ser beneficioso para la salud y el medio ambiente, pero nos cierra una enorme puerta gastronómica hacia el mundo exterior.
Pero, con el paso del tiempo, cada vez es más fácil probar alimentos de otros países y continentes. Uno de los países cuya gastronomía ha impactado más en Europa es Japón, pero esta isla asiática es mucho más que ramen y sushi. Hoy volveremos a hablar del natto, y de cómo este gelatinoso alimento puede cuidar nuestro corazón.
Como ya hemos comentado en más de una ocasión, el natto es un plato japonés consumido con regularidad en la isla, aunque su olor y aspecto no sean especialmente atractivos: se trata de un alimento gelatinoso con un potente olor que recuerda al amoníaco. De hecho, todo esto tiene sentido, ya que se trata de soja fermentada, y su aspecto es similar al de unas semillas rodeadas de moco.
Gelatina japonesa
Pero, a pesar de ser poco llamativo a nuestros ojos, hasta el 63% de los japoneses consumen habitualmente este plato, aunque al 13% de ellos les disgusta su sabor. Pero siguen consumiéndolo por sus propiedades nutritivas, y porque suelen combinarlo con otros alimentos para mejorar tanto su sabor como su olor: arroz, huevo o cebolleta son solo algunos ejemplos de añadidos al natto; e incluso es posible encontrarlo en restaurantes especializados en sushi.
El natto es rico en hierro, grasas insaturadas y fibra, todos ellos nutrientes asociados a una tensión arterial y un menor riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes tipo 2. Además, una sola porción de 50 gramos tiene los mismos niveles de vitamina K recomendada por el gobierno nipón para ayudar a prevenir la osteoporosis. Además, es un alimento rico en vitamina B6 y vitamina E, ambas relacionadas con una ralentización del envejecimiento celular. Y, para rizar el rizo, el natto contiene 18 tipos de aminoácidos, incluyendo todos los aminoácidos esenciales, además de magnesio y calcio.
Ya en estudios previos llevados a cabo en Japón, se sugirió que el consumo diario de natto ayuda a reducir en un 10% el riesgo de morir por un infarto de corazón o un accidente cerebrovascular.
Sabiendo esto, los investigadores de la Universidad de Tsukuba han analizado si el natto podría ayudar en enfermedades como la aterosclerosis, una enfermedad crónica caracterizada por la acumulación de lípidos y células inflamatorias dentro de las paredes de los vasos sanguíneos, y la cual se ha relacionado precisamente con el riesgo de sufrir infartos o ictus. Se sabe que el natto puede suprimir la aterosclerosis, pero no cómo lo consigue.
Vitamina K
Así pues, en un nuevo estudio publicado en Scientific Reports, los investigadores analizaron tres variedades de natto cuya diferencia radicaba en su contenido de vitamina K2: natto alto en vitamina K2, natto con niveles normales de vitamina K2 y natto con niveles bajos de vitamina K2. Se evaluó sistemáticamente el impacto del natto en la aterosclerosis en un modelo de ratón a lo largo del tiempo, y se objetivaron reducciones significativas de las lesiones ateroscleróticas en todos los grupos de consumo de natto.
Además, la ingesta de natto alteró la composición de la microflora intestinal, regulando la producción de citocinas y quimiocinas asociadas a la aterosclerosis, lo que sugeriría que el natto sí tiene efectos terapéuticos directos sobre esta enfermedad arterial crónica. Además, la adición de Bacillus subtilis natto a los macrófagos, un tipo de célula implicada en la promoción de la aterosclerosis disminuía las citocinas y quimiocinas proinflamatorias, siendo el efecto particularmente significativo en el grupo de natto con niveles elevados de vitamina K2.
Tanto el natto normal como el natto bajo en vitamina K2 aumentaron la producción de la citocina antiinflamatoria IL-10. Esto indicaría que la bacteria Bacillus subtillis natto, además de tener un papel en el microbiota intestinal, puede inhibir la aterosclerosis alterando la microflora intestinal y suprimir la activación de las células inmunes.
Por tanto, según los investigadores, aunque reconocen las limitaciones de su estudio, sugieren que el natto puede poseer actividad anti-aterosclerosis a través de múltiples vías, incluyendo la modulación de moléculas inflamatorias y la propia acción antiinflamatoria de la vitamina K. En estudios futuros buscarán centrarse en la activación de macrófagos en las lesiones ateroscleróticas y la identificación y aislamiento de componentes funcionales en natto, además de esclarecer detalladamente todos sus mecanismos de acción.
Con información de El Español
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