Consejos para el cuidado de la piel en la diabetes
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Se requieren algunos cuidados de la piel en la diabetes, ya que con esta enfermedad pueden presentarse ciertas afecciones cutáneas. Las más comunes son la resequedad, los cambios en la coloración e incluso la aparición de llagas y úlceras.
Tomando en cuenta que las personas con dicha enfermedad tienen necesidades específicas, se aconseja aplicar ciertas medidas. Esto incluye, como veremos luego, secar bien, evitar baños prolongados y productos irritantes.
Impacto de la diabetes en la piel
En la diabetes se elevan los niveles de azúcar en la sangre, lo que se traduce en un impacto negativo en la piel, incrementando el riesgo de padecer diversas afecciones cutáneas. Esto se debe a un mal funcionamiento de los sistemas de defensa, reduciéndose la capacidad del organismo de responder a los ataques de los patógenos.
Por otro lado, los hongos y las bacterias encuentran más alimento para su reproducción cuando hay mayor disponibilidad de glucosa. Y dado que el cuerpo busca eliminar el exceso de azúcar a través de la orina, esto hace que se pierda mucho líquido. Al deshidratarse la piel, se producen grietas en la superficie, con lo que se abre la puerta a más infecciones.
Síntomas más comunes
Entre los síntomas cutáneos más comunes asociados con la diabetes se tienen los siguientes:
- Aparición de manchas rojizas.
- Problemas para la cicatrización de heridas.
- Piel seca y tirante, a menudo sensible y frágil.
- Formación de heridas, costras y eventuales úlceras.
- Piel amarillenta, más frecuente en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
- Ante la falta de redes de colágeno saludables, la piel tiende a endurecerse, adquiriendo un aspecto ceroso.
- Debido a la neuropatía diabética, también puede haber pérdida sensorial. Y por la falta de sensibilidad se pueden producir lesiones sin darse cuenta.
Debido a todos estos riesgos, es necesario tomar medidas para el cuidado de la piel en la diabetes. A continuación, veremos algunos consejos al respecto.
1. Evitar duchas prolongadas
Ducharse en exceso o por mucho tiempo también reseca la piel. Y esto no suele ser muy bueno para personas con sensibilidad cutánea, incluidos los pacientes con diabetes, ya que se puede eliminar parte de la capa grasa que protege la piel de agentes contaminantes externos.
2. Bañar los pies a diario
A pesar de lo antes dicho, es necesario que se laven los pies a diario para mantener la piel lo más limpia posible. Mientras se trate de baños breves y se seque bien, es beneficioso.
3. Usar jabones en gel
Se recomienda evitar el uso de jabones en barra. En su lugar, preferir geles de baño.
Hay unos especialmente desarrollados para pieles sensibles, a base de ingredientes naturales como la glicerina vegetal. Ayudan a hidratar y humectar mejor.
4. Evitar productos irritantes
Por otra parte, también se debe procurar usar productos para la higiene personal que no resequen ni irriten. Incluimos aquí a los champús y las cremas suaves, sin fragancia. Evita los aerosoles, así como aquellos que contengan parabenos
5. Secar bien la piel
Una vez realizado el baño, hay que procurar secar bien la piel, sobre todo los pliegues (axilas, ingles, cuello). Y por sobre todas las cosas, es fundamental hacerlo entre los dedos de los pies, para evitar posibles infecciones por hongos.
Lo mejor es utilizar una toalla suave, que esté seca. De ser posible, tener una toalla aparte para ciertas zonas.
6. Aplicar crema a diario
Cuando hay resequedad, aumenta la propensión a irritaciones o agrietamientos, propiciando comezón y llagas. A fin de evitarlos, se deben aplicar cremas hidratantes para el cuidado de la piel en la diabetes.
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