Claves para no volverte tóxico al defenderte del tóxico
Redacción 800 Noticias
«El mayor reto del ser humano es tratar con el ser humano», consideró Elaine Rubio, trabajadora social .
Es que algún momento de la vida, nos ha tocado lidiar con personas tóxicas en las diferentes áreas de nuestra vida.
psicoadapta.es define a este tipo de personas como: aquella que no han madurado emocionalmente, que es insegura, egoísta, nunca asumen su responsabilidad y culpan de todo a su víctima o a circunstancias externas. Desahogan su frustración, tristeza y pesimismo en la primera presa accesible que encuentran, sembrando dudas sobre sus aptitudes e incapaces de apreciar sus logros, emitiendo juicios con insistencia y desdeñando los sentimientos de su víctima sin escucharla ni ofrecerla apoyo emocional.
Por lo general, en estas situaciones difíciles, la pasividad y contestar son las reacciones típicas. Sin embargo, si no cuentas con la capacidad para maniobrar la situación puedes volverte más tóxico al afrentar a la personas y para los que están alrededor.
Nadie quiere estar donde hay peleas, discusiones o faltas de respeto de ambas partes. Situaciones así, afectan el entorno. Los ánimos decaen, hay enfadados y cansancio.
“En una relación tóxica siempre existe un tono constante de crítica y tensión. Este comportamiento se origina ya en el seno familiar: si una persona ha sido educada por padres excesivamente críticos y han sido testigos de esta actitud en repetidas ocasiones, ya están acostumbrados a las críticas. Además, estas personas están predispuestas a provocar el mismo tipo de toxicidad en generaciones venideras”. Bonnie Kennan.
Cómo identificar a las personas tóxicas:
Cuando veas estas características, no busques de inmediatamente si las tienen las personas que te han atacado. Búscalas primeramente en ti y te darás cuenta que algunas de estas actitudes las tuviste o también las tienes. A continuación algunas de las características reseñadas por psicoadapta.es:
- Los victimistas, que responsabilizan de todo lo que les ocurre a los demás, contagiando el sentimiento de culpa a través del chantaje emocional.
- Los que critican y descalifican cualquier actuación o idea que tenga su víctima, creando un sentimiento de inutilidad y debilitando su autoestima.
- Los agresivos verbalmente, intentando provocar inseguridad en su víctima para hacerla débil, humillándola y faltándole al respeto.
- Los manipuladores, los que siempre están engañando en beneficio propio.
- Los cotillas, que propagan rumores negativos sobre personas ausentes (las personas que critican a otras que no están presentes no son fiables).
- El narcisista, el que se cree perfecto y no soporta que le lleven la contraria, el que siempre da lecciones sobre cómo se tienen que hacer las cosas y se cree con derecho a descalificar y menospreciar al que contradiga sus decisiones o creencias.
- Son envidiosas. Desear lo que no se tiene y odiar a quien tiene aquello que se anhela, es una fuente de sufrimiento y de inmadurez absoluta. Es además el motivante de muchas conductas agresivas. Aparecen los desprecios y esos odios donde se halla camuflado esa sensación, la de la envidia que lo devora, reseñó menteesmaravillosa.com.
- Carecen de esa empatía primordial. No son conscientes del efecto que sus dinámicas tienen sobre los demás.
Consejos para no caer en la toxicidad frente al tóxico:
Es importante que no te enganches. Antes de responder, pregúntate, ¿esto que voy a decir es bueno? ¿edifica al entorno? ¿me voy arrepentir? ¿voy a lograr que la persona cambie de actitud? o ¿por el contrario voy a reforzar su conducta? No te tomes las cosas de modo personal. Ten control de tus emociones. Evalúa en tu interior por qué te afecta tanto.
El arte de la asertividad. Cuando tomas una decisión o das una opinión con la que otros no están de acuerdo, un modo en el que van a tratar de ejercer control sobre ti será exigiendo que des una justificación de tu elección, opinión o comportamiento. Si no puedes encontrar una razón suficiente, suponen que debes estar de acuerdo con lo que quieren. Las personas no asertivas, con su necesidad de agradar, se sienten obligadas a dar una explicación o una justificación para cada elección que hacen, incluso si la otra persona no se la pidió. Quieren asegurarse de que todo el mundo está de acuerdo con sus opciones, y de este modo lo que están haciendo es pedir permiso para vivir sus propias vidas, reseñó psicopedia.org.
Solo Dios es bueno. No creas que solo los demás son personas malvadas y que tu eres una blanca paloma. No te vuelvas «experto» en analizar las conductas de los demás, olvidando hacer una introspección. En cada ser humano hay maldad en sus corazones, es parte de la naturaleza caída. Solo Dios es bueno, solo Él.
Ora. Sí, ora por la persona que te ataca, para que Dios pueda darle la paz que necesita y a ti el amor y la fortaleza para crecer en medio de las diferencias y para cambiar lo que tu también debas cambiar.
Perdona. No acumules, no guardes rencor. El mayor beneficio del perdón es la libertad. Si no podemos amar a un prójimo que vemos, como pues amaremos a un Dios que es invisible. Recuerda, que tu también tuviste o has tenido actitudes similares en algún momento de tu vida.